"Nadie merece tus lágrimas... pero si alguien las merece, jamás te hará llorar..."
Anónimo.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Papá, ¡Me lo pido! ... ¡Quiero un pecho nuevo!

Este título, que en principio suena como un despropósito, en realidad refleja hasta donde hemos llegado.

Y a partir de aquí... ¿Qué?
No quisiera entrar en la polémica sobre la legalidad o no de algunas de estas clínicas (bastante sospechosas por cierto). Ni siquiera en la ética de los profesionales (que no niego que lo sean) del bisturí, a la hora de operar estéticamente y por razones meramente caprichosas a una niña de 16, 17 o 20 años. Al fin y al cabo (aunque me parece repugnante) ellos tienen la defensa perfecta: Yo no juzgo a mis pacientes, tengo un certificado firmado por ella (si es mayor de edad "qué risa, como que tener veinte años, en los tiempos que corren fuera ser mayor") o en su defecto: tengo el permiso firmado por sus padres (que ya les vale también). Bueno, pues a pesar de lo grave que es todo esto ya expuesto, quiero ir un poco más allá.
Y, psicológicamente ¿Alguien de toda esta peña que permiten las operaciones ha pensado en eso?
Vamos a ver, cuando una cría o un crío decide que quiere operarse porque "es lo más importante del mundo para mí"... Ay dios, malo. Cuando un adolescente dice esa frase, muy a nuestro pesar, la respuesta ha de ser invariablemente "No".
Someter a un cuerpo tan joven a una operación, con los riesgos que todos conocemos, anestesia, efectos secundarios, explosiones en avión (es broma), es una barbaridad, a no ser que sea una operación por un problema estético grave. Véase, una nariz descomunal, orejas de soplillo, tabiques desviados o incluso, problemas de espalda por el peso del pecho (que esas cosas también pasan).

Hace años vi en televisión un reportaje sobre los implantes mamarios y su caducidad y degeneración en el tiempo. Si no recuerdo mal eran unos 10 años lo que duraban las mejores prótesis implantadas, pasado este tiempo se hacía recomendable un nuevo implante con otra nueva operación, otra nueva anestesia, en fin... volver a empezar sobre un pecho de 30 años y ¡operado dos veces! Estamos locos o qué.

Tal vez debimos pararnos cuando todos los chavales del barrio ya tienen un cochazo más grande que el mío, por supuesto tuneado (que cuesta un pastón) y con un equipo de música que ya lo quisieran en algunas discotecas de algunos pueblos. O tal vez debimos parar cuando con 17 años, (más que nada para que no pierda el tiempo) les apuntamos a la auto-escuela para que se vaya sacando el carné (el teórico) y así cuando cumpla los 18 se pueda examinar del práctico y matarse el mismito día de su cumpleaños, cuando vuelva borracho a las cuatro de la madrugada (porque también debimos parar cuando le permitimos llegar a casa de madrugada).
Tal vez, digo yo, debimos parar cuando decidieron que, hacer el bachiller era una mierda, que "mejor me pongo a trabajar, en lo que vaya saliendo" Total, mira el abuelo, no sabe hacer la "o" con un canuto, y ahí lo tienes con 92 años en la mejor residencia de Madrid.

Pues eso, que los Reyes Magos traigan tetas para todos, que yo me quedo con las mías, que al menos me durarán (mas o menos dignamente) el resto de mi vida.

Un saludo.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Ahora también los "cachetes" estarán prohibidos... ¡Los niños al poder!

La idea es modificar en el Congreso el artículo 154 del código civil, ya que, parece ser, induce a pensar que "un padre o madre puede darle un cachete a su hijo". (publicado en el Faro de Murcia) (o en El país) La señora Marzal (directora general de familia e infancia) dice literalmente:

La "ambigüedad" que el Comité de Derechos del Niño de la ONU y diversas organizaciones de infancia aprecian en la redacción del artículo del Código Civil español que da potestad a los padres para "corregir razonable y moderadamente a sus hijos" será eliminada el próximo mes para acabar con la confusión en el uso de métodos violentos, entre ellos, "el cachete".

Y yo me pregunto, ¿Hasta cuando tanta chorrada? Estoy hasta las narices de que en esta España nuestra, seamos los maestros en desviar la atención del personal hacia cosas totalmente ridículas. Cuando conviene, por imágen, hacer caso a la ONU o a cualquier otra organización, es prioridad absoluta. Pero... ¿Qué pasa con todas esas organizaciones "humanitarias", para esos niños a los que nadie les dá un cachete? entre otras cosas porque el cachete sería el menor de sus problemas. Les violan, les azotan, les venden como a ganado al primer mundo, se les prostituye a algunos de esos padres que "se escandalizan" ahora por un simple cachete (y lo mismo hacen uso del turismo sexual).

Estoy en contra (faltaría más) de la violencia con los niños o con cualquier ser viviente, pero por favor, un cachete se hace, muchas veces, imprescindible.

Por ejemplo, tu bebé de 11 meses está empeñado en meter los dedos en un enchufe, o en morder ese cable que está justo al ladito del rodapié y que no encuentras la manera de empotrar. Bueno, pues tu vas y le dices: "A ver chavalín, mira, si muerdes el cable te va a meter un calambrazo que te vas a cagar. Con tus escasos 10 kilos de peso, lo más probable es que fallezcas al instante o sufras unas dolorosas quemaduras, en cualquier caso no es una buena idea". Creo que sería el momento de salir corriendo hacia el hospital, porque al bebé ya le ha dado tiempo a morder el cable, chupar el enchufe, tirar la sartén del fuego y comerse cuatro o cinco alfileres del costurero que andaba por allí.
¿Qué haremos cuando no les dé la gana ponerse el cinturón de seguridad? ¿Y si deciden comer sólo chocolate? ¿O se les antoja un nuevo ordenador que no puedes pagar? ¿O fumar marihuana en casa? Quizá entiendan que todo esto forma parte de "sus derechos". Habrá que volver a creer en "el ángel de la guarda" que vele por ellos. A nosotros, está claro que no nos dejan.

Es algo absolutamente ridículo. No entiendo a dónde queremos llegar a parar. Sigamos dando alas a los chavales, haciéndoles fuertes. Ellos (los niños de 8,10 ó 12 años) se enteran de todo. Están al tanto de todas las noticias, conocen sus derechos, y abusan de ellos. Recordemos por favor que no son adultos, que no podemos poner en sus manos la responsabilidad de ellos mismos, para luego considerales menores e irresponsables de sus actos. ¡Qué manía de "normalizar" lo anormal!

No quisiera entrar en esta dinámica, pero seamos justos y recordemos el terrible caso del Rafita,por ejemplo, que mató, atropello, quemó y violó con saña inusitada a Sandra Palo (qué terrible para esa familia verle en la calle) Pero como era menor... Incluso la fiscalía pide a la cadena de televisión Telecinco que no emita las imágenes. ¿Porqué? ¿Acaso no es ya, mayor de edad? Francamente, da asco. Un abrazo solidario para esta familia que tanto ha sufrido.

No hay más que ver qué ocurre con el profesorado. Quisiera saber qué opinan miles de profesores acosados por sus alumnos (sabedores perfectamente de que pueden actuar impunemente por ser menores) desalmados y crueles (claro, están sin formar, sin educar) Pero no. Que el gobierno y las leyes no nos dejen educar. Dentro de poco no podremos gritarles, ni regañarles, ni castigarles sin consola o sin Internet (por que como dice el anuncio "tienes derecho a Internet" ¡Ja! (pincha la imágen para ampliar)

Y cuando ya le hayamos entregado el mundo a menores sin formar, sin escrúpulos y sin educación entonces ¿Qué haremos? ¿Cómo vamos a obligarles a respetar a sus mayores? ¿Quíen va a ser capáz de hacer que cumplan las normas básicas si en casa ni siquiera (por ley) puedes educarles. Que alguien me explique ¿Desde cuando educar no es reprimir, acotar, regañar? No existe, que yo sepa una educación que no sea represiva.
Si hay normas son para cumplirlas, En el momento en que ésto no se cumple, pierde su sentido, se acabó. ¡Quitemos las normas! qué hagan lo que les dé la ga
na y los padres tendremos que ser espectadores y ver como nuestros hijos (a los que por supuesto nunca hemos dado un cachete ni hemos regañado muy fuerte) se pegan de bruces en una sociedad que no tendrá la más mínima consideración por su persona o interés por el prójimo y sus problemas. Se verán las caras ellos mismos. Frente a frente. A lo mejor la próxima ley es: Prohibido prohibir, ¡Qué miedo!

domingo, 11 de noviembre de 2007

¿Frustración? No, gracias

Si seguimos rebajando la edad de la inocencia (y lo hacemos los mayores, los padres) nos vamos a quedar sin niños.

Nuestros hijos dejarán ese maravilloso "mamá ¿por qué...?" Y pasarán a explicarnos como mantener una sana relación sexual con nuestra pareja estable o con algunas esporádicas que podamos tener fuera del matrimonio. La noticia de una niña de 11 años que estaba en avanzado estado de gestación ha pitado en mis oídos de forma aguda y dolorosa. Y todo lo que resaltan las noticias es, que su cuerpo no está preparado. ¡Señores por favor! En el momento que una niña tiene la regla, su cuerpo está preparado para una gestación y un parto. Nuestra preocupación debería centrarse en que a esa criatura le quedan, como mínimo 8 años de formación académica para poder valerse en esta selva del mundo laboral en que vivimos. Y digo 8 años, pero podría decir 15 si decidiera hacer una carrera universitaria.
¿Cómo encajará la cabecita de una cría de 11 años un embarazo? Teniendo siempre en cuenta que el drama es social, no físico. Las niñas de etnia gitana son madres muy jovenes, y niñas de otras culturas del mundo también. El problema es que en nuestro país esto es inconcebible por el ritmo a que va nuestra vida, pero, insisto parece que lo único preocupante es su cuerpo. No, lo penoso es su mente. Cuando vaya a una tienda de chuches ¿qué hará? seguramente comprará caramelos para su hijo y no pueda evitar comérselos ella por el camino. Su nenuco no se callará metiéndolo en el armario.
Lo que más me llama la atención es que una niña de esa edad sea capaz de mantener relaciones consentidas. ¿Tanto ha cambiado el mundo estos últimos 20 años? Claro que también vi en las noticias las revistas que estas niñas leen. ¿Dónde están los escrúpulos de esos que se llaman "periodistas"? ¿Han pensado que cuando escupes para arriba, irremediablemente te cae en la cara? Atención también a esos padres tan "molones" tan "liberales" lo que hacen con sus retoños. Ya se ve que la educación esa de "no le digas que no, que se traumatiza" o lo de "a los niños hay que decirles las cosas como son" no funciona. Cuidado con no enseñar a los niños lo que es "no" a que crean que la frustración no existe, o que el dinero llueve del cielo.Conseguir las cosas con un chasquido de dedo te convierte en un mago de niño y en un desgraciado iluso de adulto. No puedo evitar sentir cierto desdén hacia aquellos padres y madres que pretenden ser "amigos" de sus hijos. No perdamos el norte, los hijos son hijos y tenemos la responsabilidad (muy incómoda y dolorosa a veces) de educarles, enseñarles a superar los escollos que la vida, sin duda, les ofrecerá. Es mucho más cómodo achacar todo a la suerte, la mala suerte, las circunstancias y a los demás. Vamos a seguir echándole la culpa a cualquier cosa, excepto a nuestra negligencia (y me refiero a los padres, el colegio solo es secundario).
Claro que las instituciones públicas tampoco se quedan cortas, por una parte permiten la publicación de esas revistas "basura", no se regula la programación infantil... (he visto más de una vez escenas muy subidas de tono a las cuatro de la tarde en televisión). Y por supuesto (y esto ya es alucinante) en Cataluña quieren poner clases de educación sexual a partir de 6º de primaria. (mi hijo comento con ironía: "claro, así en 1º de la ESO serán clases pr
ácticas". Todo se andará) Cuidadito que nos la estamos jugando. Cuando estos niños que no saben aceptar un "no" por respuesta, sean adultos, nosotros seremos viejecitos necesitados de ayuda. ¿Creéis que ellos serán capaces de sacrificarse, de frustrar sus deseos para cuidarnos? ¿Serán capaces de renunciar a parte de su tiempo o dinero por unos viejos que no producen nada? Pensamos que dándoles todo, compramos su amor. Nos equivocamos de parte a parte. El amor es gratis y no se puede comprar ni vender. Se regala y cuanto más regalas más florece. Pero amor no es nada material. El amor se huele en una caricia, en una lágrima. Tampoco el amor se publica, siempre mana en silencio, por detrás, sin hacer ruido se agazapa junto a los nuestros y les acompaña durante toda su vida. Algún día, cuando nos sintamos solos, ese amor vendrá a acompañarnos y a consolarnos, pero nunca lo hará si lo hicimos con dinero o chantajes.
Yo rezo para que mis hijos, algún día, (no ahora) sepan apreciar el esfuerzo que supone a veces decir "no" cuando quieres decir "toma", o "no" cuando quieres decir "pue
des ir". Es una inversión a tan largo plazo, que hay padres que no son capaces de esperar los 20 años necesarios para ver cómo ese árbol creció recto gracias a que lo podaste cuando fue necesario, aunque esa poda produjera en su momento sangre, al final hizo el tronco fuerte... y creó un adulto sano, sincero, bueno, fiel e íntegro, capaz de ayudar a otros y de ser empático y solidario con los que más lo necesiten.
Y eso... será amor.

martes, 6 de noviembre de 2007

Listas de delincuentes, y ...¿por qué no?



¿Por qué en España no se publican las listas en internet o en cualquier otro soporte de todos los delincuentes, pederastas, homicidas y violadores?
En Estados Unidos se hace y no ocurre nada malo. Todo lo contrario. Si vivo en un barrio donde resulta que viven tres pederastas que rodean el colegio donde va mi hijo, me gustaría saberlo...

En nuestro país las sentencias judiciales son públicas, sin embargo acceder a ellas se hace complicado. Y, si son públicas ¿por qué es una información que se niega a este medio (internet) para que todos tengamos acceso? Que yo sepa, los documentos públicos son eso, al alcance de ¿cualquiera?
Alguien dirá... ¿Y dónde queda la intimidad del personaje en cuestión? vale, y yo digo ¿qué es más importante, la intimidad de un cerdo pederasta o la seguridad de mi hijo?


Si trasgredes la ley a esos niveles lo mínimo que mereces es que el mundo lo sepa. El estado no puede contribuir a tejer un paraguas para que estos individuos se escondan tras él y se agazapen esperando el momento de sorprender al ciudadano inocente, que para colmo, paga sus impuestos y, probablemente ha pagado parte del tratamiento de ese desalmado que acecha a su niño o a su hija... o a él mismo.

No se puede anteponer el derecho de un delincuente al derecho de un ciudadano indefenso como es un niño o una mujer suceptible de ser atacada por un enfermo ( que además estudios contrastados mundiales, aseguran que son irrecuperables) mental que reincidirá sin remedio.
Se nos llena la boca de la reinserción, de las segundas oportunidades, de la presunción de inocencia, de si en España la ley no está para castigar... Perdón? ¿Qué segunda oportunidad tiene una niña violada a los 6 años, o un niño expuesto a una orgía de apestosos adultos sobre su nuca? ¿Como se reinserta una madre que ha de ver a su hijo en esas condiciones? ¿Qué lugar encuentran esos menores ultrajados en esta sociedad tan "justa"?
Menuda justicia estamos administrando, menudo ejemplo estamos dando de coherencia. Ahora, eso sí, siempre estamos dispuestos a linchar a aquel que se atreve a ser "políticamente incorrecto".

Son tan pequeños, tan indefensos... no tienen poder para acusar. Por favor que el estado ayude a protegerles.
Su dedo acusador pasa inadvertido casi siempre. Son "locos bajitos" como decía la canción. ¿Quien va a creerles?



Tal vez algún día en este "santo país" seamos capaces de copiar algo más que las hamburguesas, hallowen con su "trato o truco" (que ni siquiera sabemos qué quiere decir) o el consumismo incontrolado que nos hace trabajar más horas que un reloj...
Un saludo.