"Nadie merece tus lágrimas... pero si alguien las merece, jamás te hará llorar..."
Anónimo.

viernes, 27 de junio de 2008

Una proposición "decente".


Esta mañana pensé en la de cosas que podríamos hacer y no hacemos por no decir una palabra más o por un pequeñisimo esfuerzo...
Me refiero a lo que todos conocemos como "buenos actos" o "buenas acciones"... Es tan fácil hacer cosas buenas durante el día.
Casi sin darnos cuenta, podríamos incorporar a nuestro día a día eso de hacer una buena cosa, cada jornada.
Me ocurrió ayer, en un hipermercado...

llevábamos la compra, esta vez no demasiado, puesto que la compra me la envían cada mes, pero de vez en cuando necesito alguna que otra cosilla.
Era primera hora de la tarde, en el centro comercial no había mucha gente... Llegamos a la caja y mi marido me deja siempre atrás para que no coja nada del carro. Mis articulaciones no me permiten coger mucho peso ni paquetes grandes... Pero soy muy bruta y siempre lo intento, así que él, ha tomado la costumbre de adelantarse corriendo y dejarme atrás, bloqueada por el carro y lejos de la cinta donde se colocan las cosas...

En estas estaba, mirando como vaciaba mis yogures... el jamón en lonchas, las galletas integrales... y en la cabecera de esa caja, a mi lado, tenían puestas unas cuantas plantas preciosas, grandes y.... ¡mustias! Casi pedían agua a gritos. ¡Qué pena! se morirían... antes de ser vendidas...

Así que ni corta ni perezosa, mientras la chica me pedía la tarjeta para pagar y esperaba que el ticket saliese vomitado por la caja, le dije.

"Perdona, pero esas plantas se van a morir..."
"¿Eh?", me dijo acostumbrada a que los clientes ni siquiera reparen en ella.

"Que... esas plantas, mira cómo están. ¿No podrías llamar a algún compañero que les echase un poco de agua? Se van a morir".

Sus ojos se iluminaron por un instante... Con mi tarjeta retenida en su mano me dice... "ya puede firmar" (ahora se firma en una pantallita con un lápiz de plástico) atravieso el detector y firmo...
Aún con mi tarjeta en su mano: "Gracias por todo, ahora mismo llamo alguien para que las riegue.... y ¡muchas gracias!"
Ahora sí, me devolvió la tarjeta y mi ticket...

Y de repente, me sentí bien. Ella me miraba entre sorprendida y agradecida y ví como cogía el teléfono para avisar a mantenimiento...

Quiero proponeros algo. A todos vosotros.

Una buena acción cada día, sólo una.
Una pequeña cosa que, sin recibir nada a cambio, haga bien a otra persona o la comunidad.
Regalar una sonrisa a ese compañero de la oficina que es odioso, ayudar con las bolsas de la compra a alguien mayor. Ceder el asiento en el metro a cualquier persona. Saludar al taquillero. Una caricia a tu pareja...
O, simplemente ceder el paso con el coche...
No darle importancia si alguien mete la pata...

Hay tantas pequeñas cosas que podemos hacer... Voy a probar la próxima semana. Desde hoy... haré una cosa desinteresada por otro... Dentro de una semana podemos contarnos cómo fue... Imaginad la de cosas buenas pueden ocurrir cada día, si cada uno de nosotros hace algo bueno y lo hablamos con nuestra gente y alguno también decide hacerlo... Tal vez en varias ciudades, barrios u oficinas, sea una semana más feliz.
Vamos a contribuir al bienestar de los demás... es muy satisfactorio.

¿Lo haréis? Por vosotros, por los demás. El mundo necesita un poco de cariño y que tomemos conciencia de que no somos el centro del universo, que un ataque no debe desatar necesariamente una contestación violenta, sino una sonrisa... os aseguro que a veces, es mucho más efectiva.
Espero que os apetezca seguir este juego conmigo... Ser bueno también es divertido.
Es posible que después de la experiencia, seamos capaces de incorporar a nuestra vida estos pequeños actos que, de forma colectiva, ayudan a crear un ambiente más amable.

Yo os quiero y me gusta demostrarlo siempre que tengo ocasión. Sé de buena tinta que os gusta que lo haga.
Aún el tío más borde que conozcáis, tiene un corazón, que tal vez por falta de uso, no se acuerda de sonreír... Mostradle vuestra sonrisa y enseguida recordará...

¿Alguno se atreve a ser un poco más bueno esta semana? Al menos ¿a intentarlo...?

Un Saludo, queridos todos.
Natacha.

lunes, 23 de junio de 2008

El experimento Milgram.



Algunos experimentos psicológicos muy interesantes se llevaron a cabo durante el pasado siglo XX que desvelaron cosas interesantísimas sobre el ser humano. Sus miserias y sus bondades, desgraciadamente, éstas últimas, bastantes más escasas.

Os voy a contar en que consistió uno de los más famosos experimentos realizados en el pasado siglo. Los aficionados a la psicología seguramente ya lo conocéis, pero igualmente podremos después opinar sobre el tema. Es interesante.

El experimento trata de explicar la comportamiento de obediencia del ser humano. ¿Porqué obedecemos?
Los niños obedecen por miedo, por respeto, por costumbre... por ignorancia (debido a la poca experiencia) pero los adultos... ¿Por qué un adulto obedece una orden absurda o en contra de sus principios más profundos? Os sorprenderéis de los resultados, al final del relato.

La investigación se basa en algo (que al menos yo he pensado muchas veces) como la altísima concentración de seres malvados en los ejércitos de Hitler. ¿Cómo se juntaron tantas personas crueles y capaces de semejantes atrocidades? ¿Es posible tal coincidencia?

Pues, esa pregunta que tantas veces me hice, que en ocasiones me hacía dudar sobre la bondad del ser humano.... sobre la predominancia del bien sobre el mal... quedó bien explicada en este experimento, que el profesor Stanley Milgram, adjunto de psicología de la Universidad de Yale, llevó a cabo en Conneticut en junio de 1961 y que ahora paso a relataros brevemente. Quedaréis sorprendidos de las conclusiones.
Milgram era de la opinión que el ser humano sometido a cualquier situación particularmente persuasiva era suceptible a dejar de lado los preceptos morales y cometer atrocidades en cumplimiento de una orden.
Para ello puso en marcha el engaño psicológico más horrible... "La máquina de electrocutar" Falsa pero muy convincente.

Un nave grande y desvencijada en un callejón lateral de la parte antigua de New Haven va recibiendo a cientos de voluntarios reclutados de diversas maneras por Milgram... Ofrece 3 dólares 75 centavos por prestarse a un experimento, en principio inofensivo para el sujeto que lo realiza.

El conejillo de indias (lamemosle así, para entendernos) se encuentra un hombre (Milgram) vestido con su bata blanca y un ayudante joven le acompaña.
Tome asiento, le dicen mientras ponen en su mano los tres dólares setenta y cinco centavos acordados.
Este es un experimento, le explican, que consiste en el aprendizaje por el castigo...

Al tomar asiento, el conejillo, ve una ventana delante de él que se asoma a otra habitación, con una extraña silla, llena de correas. A su derecha un artilugio lleno de pulsadores y números ascendentes sobre cada uno de los interruptores.

Es muy sencillo, continúa el profesor, una persona se sentará en la silla que está viendo en la habitación contigua. Usted podrá verle, el sujeto sentado solo ve un espejo, ¿Comprende?

Esa silla está conectada con unos puntos eléctricos que usted controlará desde esta máquina, señalando el extraño artilugio a su derecha.
Se trata de ir haciendo preguntas al sujeto. Cada vez que la respuesta sea errónea, usted deberá pulsar para dar una descarga eléctrica, de manera ascendente... El último pulsador indica un voltaje de 450, el primero 15, 30, 45...
El conejillo es advertido que llegar a la última descarga puede ser mortal...

Desde luego, el hombre que es sentado en la silla es un actor que hará lo posible, con sus gritos y aspavientos, para que el conejillo se apiade de él y deje de pulsar aquello que le produce tanto dolor.

Se muestra una pequeña descarga en el conejillo (la más leve, pero algo dolorosa) para que compruebe lo que las descargas provocarán en el interrogado.

La preguntas comienzan.... los fallos se suceden... y las descargas también...

Los terribles resultados de este interesante y cruel experimento arrojan que, entre el 62 y el 65 por ciento de las personas, aplicaríamos las descargas hasta la muerte del sujeto... solo porque se nos ha ordenado.
Un estudio que hace pensar que sólo en 37 o 38 ocasiones, el ser humano es capaz de levantarse y negarse literalmente a matar a un inocente que no conoce de nada.

Me impresionó su lectura y sus conclusiones. ¿es el ser humano, en definitiva, un pequeño ratón incapaz de alzar la voz? ¿Incapaz de rebelarse, ni por la vida de otro ser inocente?
Qué triste...
En frío, es muy fácil decantarse por una postura... Pero ahí están los resultados.
¿Qué creéis que hubieseis hecho vosotros?
Una terrible reflexión.

Como aquel supuesto que decía: "Le entregaré un millón de euros si pulsa ese botón. Cuando lo pulse, alguien desconocido, en cualquier parte del mundo, morirá por esa causa, alguien pobre, sin importancia..."
¿Lo pulsarías? , ¿Cuántas veces? Pensadlo bien...

Un saludo,
Natacha.

jueves, 19 de junio de 2008

"Las bocas" una pequeña historia...


Voy a contaros algo sobre la imagen que he utilizado en el anterior post, y que algunos de vosotros, amablemente os habéis llevado y colgado en vuestros blogs (que lo he visto, je,je).

Pues creo que es justo que sepáis que esa fotografía... es de una figura que tengo en casa y que tiene una
pequeña historia.

Ninguno de los objetos de mi casa, son meros artículos decorativos. Cada uno contiene su historia, su peso, su lugar... Eso, dota a una casa de eso que se llama "hogar".
Nunca he comprado nada "porque sí". De cada cosa, figura, libro o cuadro, podría contaros un sinfín de sensaciones y motivaciones que me llevaron a comprarlo e incorporarlo a mi vida...
Esta figura, no es una excepción.

En realidad es una figura realizada con pasta de resina.... Está conmigo desde hace más de 25 años.
Fue en Salamanca, como digo, hace unos 25 años. Muchas veces fuimos a Salamanca, es un lugar que está bastante cerca de Madrid (unos 200 kilómetros) y es una ciudad acogedora donde pasar un fin de semana tranquilo, pasear, comer bien por un dinero razonable...

Dando uno de esos paseos que dan los novios... sin gastar apenas nada... con la simple compañía, descubriéndonos el uno al otro... y mirando de soslayo algún que otro escaparate. Sin dinero para comprar casi ningún capricho, "las bocas" se cruzaron en mi camino. Allí estaban en un rincón de un atestado y pequeño escaparate, de una de las tantas tiendas cercanas a su hermosa plaza mayor.
Como un niño chico, pegue mi cara al escaparate y me enamoré de ellas... Las quiero. ¿Podemos preguntar el precio?

Un hombre de mediana edad nos atendió amablemente y contestó con paciencia a m
is siempre innumerables preguntas, ¿de qué esta hecha? ¿Qué representa? Tras saciar toda mi curiosidad, decidimos que podíamos hacer aquél despilfarro, y me las llevé para casa.

Han acompañado todas las casas donde he vivido. Desde mi habitación en casa de mis padres, se mudó conmigo al apartamento de alquiler, a mi primera ca
sa y por último a ésta donde vivimos ahora.
Es una pieza que es como parte de mí. Es especial.
Pero la historia se extiende aún algo más.
Los amigos, incluso algunos familiares han preguntado y admirado la figura muchas veces...
Hace unos 5 añ
os, es decir, veinte después de comprarla, volvimos a Salamanca y recordé las continuas alusiones de todas estas personas respecto de la figura y decidimos buscar la tienda y comprar alguna para regalarla. Puesto que en ningún otro lugar la habiamos visto...
Buscamos durante los paseos, sin conseguir recordar exactamente, la tienda que nos la vendió.
Harta, entré en una de ellas y pregunté al dependiente, intentado explicarle cómo eran "mis bocas".

Para mi sorpresa, enseguida supo de qué le hablaba.
Y entonces, fue él quien nos contó:

Esa figura hace muchos años que no se ha vuelto ha hacer. Fue la creación de un señor que tenía una tienda... las hacía con un molde que él mismo había creado... Murió hace años, y su familia se deshizo de todos los moldes y cerró la tienda.
Recuerdo perfectamente esa figura, era preciosa. ¿Ustedes tienen una? Pues sí... contesté un tanto recelosa... Si ustedes quisieran vendérmela. Para poder hacer unos nuevos moldes... Desde luego no
estaba dispuesta a vender "mis bocas".


Son como la representación de un grito en silencio, de la rebeldía sin causa y, claro, sin efecto. Simboliza los momentos en que quise gritar y no pude, que quise escapar... y no supe.



Ahora están tranquilas en casa, En una de las vitrinas del salón, sabiendo que nunca nadie más, hará unas iguales... en este caso, más que nunca, puede decirse que se se hicieron, y se rompió el molde...


Un saludo.
Natacha.

sábado, 14 de junio de 2008

Resulta que somos poderosos...



Acabo de leer una información que me ha dejado con la boca abierta de par en par.
Se está intentando, al menos en Europa, regular los blogs...
Que haya un registro, que nos identifiquemos.
Que pagemos impuestos... por expresarnos.




¡¡¡Pero, esto que és!!!




La SGAE (sociedad general de autores y editores) se queja de que hay una conspiración en internet... Y yo que pensé que nadie nos escuchaba, que nuestras voces eran bajitas y pequeñas. Es, en el fondo, una extraordinaria noticia.
Al fin y al cabo, solo viene a confirmar, que algo se mueve en internet, que los 120 millones de blogs que hay en el planeta hace que las tripas de algunos rujan de rabia...



Os dejo los enlaces de varias noticias relacionadas con el tema, que a todos nos atañen, aunque no hablemos constantemente de política
, pero se denuncian actitudes, se comparan costumbres y leyes...

- La Eurocámara sienta la bases para regular los blogs.

- Italia quería obli
gar a los blogs a inscribirse como empresas editoriales


Está claro que, como siempre, sigue habiendo gente que quiere ponerle puertas al campo... y eso no es posible.

Si es necesario quitaremos la publicidad de Google, si por eso, dicen que es una actividad comercial...




Se nos acusa de manipular la información, de hacer periodismo callejero.
Pues sí señores, hacemos periodismo callejero, somos autores aficionados, cada uno como puede, e intentamos, la mayoría, hacer bien las cosas, denunciar lo injusto, correr la voz de lo que se queda enganchado en las papeleras de algunos medios de comunicación "vendidos" a los intereses de los que tienen el poder... Y eso, claro, escuece...

Pero me alegro de que se les vea el plumero, sin querer nos han dado nuevas alas para continuar nuestra pacífica, lenta, silenciosa y amist
osa manera de comunicarnos libremente.

Desde luego, yo no pienso dejar de hacerlo.
Hoy, hay un blogger en el banquillo, denunciado por la SGAE... verem
os en qué queda el asunto..

Y vosotros ¿qué opináis?

Un saludo desde la libertad de MI blog.
Natacha.




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Actualización día 15 de junio de 2008.

He diseñado esta imagen que pondré en todos mis blogs... Para dejar claro que no estoy en absoluto de acuerdo con que se regulen los blogs. Que tenga que registrarme en ninguna lista, ni explicar el color de mi blog o mis creencias políticas, mis tendencias personales, mi sexo o mis gustos...
Este espacio es libre, siempre lo fue, para mí y para todos los que lo visitáis, y creo que así sentís también todos vuestros blogs. No estoy dispuesta a ceder mi espacio a intereses de ningún tipo, ni políticos, ni económicos y, por supuesto, ideológicos...
Si están asustados de que 120 millones de personas nos expresemos con libertad, no es mi problema.
Se apoyan en el mal uso que algunos bloggueros hacen de su espacio. Pues muy bien, que detengan a quien lo haga por el delito que se le acuse. Yo ejerzo mi derecho a expresarme sin hacer apología de nada, salvo de mí misma.
Os dejo la imágen y el código por si queréis contribuir en alguna manera a que nuestra voz se oiga en contra de esta nueva aberración para los seres libres y honrados.
Un beso, espero que os guste, si no es así, no importa.


Mi blog es un espacio libre. En contra de las leyes de regulación de los blogs.


Si quieres poner esta imagen en tu blog, copia el siguiente código:





Un saludo,
Natacha.

lunes, 9 de junio de 2008

El mar y yo.



Mi relación con el mar ha sido, digamos, agridulce. Desde momentos de libertad, soledad y placidez... hasta angustias y peligros... Hoy en día soy incapaz de bañarme en alta mar... La película "Tiburón" de los años setenta fue definitiva...

Sé nadar desde que puedo recordar.
Nunca utilicé un flotador ni nada por el estilo. En mis vacaciones estivales, siempre íbamos a una playa de roca, donde no había posibilidad de entrar andando al agua.
Era necesario saltar a un lugar de cuatro metros de profundidad si querías meterte en el agua. Eso provocó que yo fuese lanzada, con chupete y todo, al agua desde mi más tierna infancia... A si que.. salías... o salías.
Entre las risas de mi padre y los gritos ahogados de mi madre, aquella niñita siempre conseguía salir a flote, tragando más o menos agua, sufriendo más o menos la sal en los ojitos y sacando los brazos como de debajo de la sábana, surgía en la superficie del salado mar Mediterráneo.

Chapoteaba como una loca, mientras el agua me nublaba la vista, podía ver de forma turbia a la gente cómo miraba a un casi bebé, semiahogarse... Es algo que nunca he llegado a comprender... Mi sufrimiento servía de diversión a un montón de adultos que esperaban expectantes a ver si salía o no salía del fondo... Y yo me pregunto, hasta cuándo esperarían si no lo hubiera conseguido alguna vez...

Recuerdo también con angustia los saltos desde el trampolín...

Un trampolín de tres metros de altura que se cimbreaba sobre el agua del mar como un loco, a pesar de mis 15 0 20 escasos kilos. A cada paso, aquello más se movía, me asomaba y un nudo en mi estómago me atrapaba, convertía el desayuno en papilla al instante...

Mi padre gritaba desde el otro extremo de la playa, "¡vamos, salta! no seas cobarde ¡salta ya!" De nuevo expectación de todos los bañistas.
Una nena rubia, menuda y abrazándose a sí misma, tiritando de frío, se acercaba titubeante al borde del trampolín. Mi padre, no contento con obligarme a saltar, siempre me hacía lo mismo: "¡Pero de cabeza, eh! que de pie solo saltan los cobardes. Venga, hija, que no tenemos todo el día. Hay otros niños esperando..."
Empezaba a impacientarse cuando yo comenzaba a llorar de puro pánico. "¡Quieres saltar de una puñetera vez!"

Recuerdo
mi último salto de cabeza desde un trampolín... salté con tanto miedo, que caí de plano, sin romper el agua... El dolor casi no me permitió salir a flote.
Mis piernas, mi tripa y mi pecho eran un puro dolor (era tan pequeña que solo llevaba la parte de abajo de un bikini...Al cabo de unas horas, un moratón cubría casi todo mi cuerpo...

Él me daba dinero por haber sido capaz de saltar... yo hubiese pagado el doble, por no tener que hacerlo...

Pero una de mis experiencias mas intensas con el mar, fue la primera vez que l
o vi en toda su dimensión, es decir, no solo por arriba y puntualmente de manera borrosa al caer y zambullirme, por debajo.

Andaba jugando sobre un colchón de estos de aire, en un lugar donde la profundidad oscilaba entre 4 o 5 metros... Un niño se acercó con unas gafas de bucear y me dijo: "¿puedo subir al colchón? y yo: "Si me dejas las gafas puedes subirte..."
El se las sacó y en su cara apareció una marca que rodeaba sus ojos y bajo su nariz, dejando la boca como fuera de su cara...

Debía tener unos 3 añitos y puse las gafas sobre el agua para mirar, acerqué mi carita al cristal... ¡Me caí al agua del susto que me lleve!! Allí debajo había de todo... Aparte de que el suelo estaba lejísimos de mí (yo pensaba que no tocaba el suelo porque era pequeña... que cuando fuese mayor haría pié) Era como asomarme a otro mundo.

En el fondo, pude ver un montón de erizos de color negro brillante,moviendo sus púas de manera pastosa, lenta... peces pequeños, medianos y hasta grandes, de todos los colores, que seguramente rozaban constantemente mis pies...
Unas rocas redondas enormes salpicaban el fondo, junto con plantas y algas de un verde brillante que se mecían con el vaivén del agua.
Ya sabía que era pequeña... pero ahora, sencillamente, era insignificante.
¿Cómo era posible que todo aquel
universo paralelo estuviese bajo mis pies sin yo saberlo? ¿Acaso había otros mundos, otras cosas que descubriría a lo largo de mi vida con solo ponerme unas gafas? ¿Qué secretos guardaban los adultos que yo aún ignoraba?

Aquella magia desapareció cuando al sacar la cabeza después de caer, todos reían por el susto que me había dado. "¿Pues qué te creías que había ahí debajo
? "
No supe qué contestarle... era tan pequeña, tan simple, que ni siquiera me había planteado que había un "abajo".
Hoy en día, hay veces que me siento así de perdida, de ignorante... habrá cosas grandiosas que ignoramos.
¿Otros mundos que nos observen con el desprecio que se observa a una mosca o a una hormiga a la que has arrancado las antenas?
¿Habrá conocimientos, que si no pulso la tecla adecuada, queden fuera de mi alcance para siempre...?

¿Quien hay, ahora que soy una adulta, que me pueda prestar unas gafas para "ver" lo que ignoro?

Bueno, son preguntas tontas si quieres, o tan profundas que, tal vez, haya alguien que acabe de ponerse unas "gafas" y se haya dado un buen susto...

Un saludo
Natacha.

jueves, 5 de junio de 2008

Por vosotros, chicos...


De nuevo un texto que llega a mis manos, y quiero compartirlo, como homenaje a los chicos...
Bastante arrinconados están algunos por sus circunstancias, la sociedad, la familia... Un respiro.
Va por vosotros, espero sacaros una sonrisa a todos.




ANUNCIO:

"A quien pueda ayudarme..."

El año pasado cambié la versión NOVIA 0.7 a la versión ESPOSA 1.0, y he observado que el programa, al cabo de un tiempo comenzó con unos procesos inesperados de subrutinas, que luego fueron a más, descargándose un programa oculto denominado HIJO 1.0 que me ocupa muchísimo disco duro, utiliza recursos importantes, y además enlentece de forma alarmante el S.O. En el LEAME.TXT explicativo del programa no viene mención alguna a este fenómeno.
  • Por otra parte, ESPOSA 1.0, se autoinstala como residente en la memoria RAM y se lanza durante le inicio de cualquier aplicación, monitorizando todas las actividades del sistema.
  • Aplicaciones como:
- CERVEZAS CON COMPAÑEROS 10.3
- NOCHE CON AMIGOS 2.5
- FÚTBOL DOMINGUERO 5.0,

  • ya no funcionan, y el sistema se cuelga cada vez que intento ejecutarlos.
  • De vez en cuando se lanza un programa oculto (creo que es un troyano) denominado SUEGRA 1.0 que aparece cerrando varios puertos de conexiones, y consigue colgar el sistema, o que ESPOSA 1.0, se comporte de manera totalmente impredecible, por ejemplo dejando de atender cualquier comando que introduzco.
  • Tampoco he conseguido desinstalar ese residente. Aparentemente no puedo lograr mantener a ESPOSA 1.0 minimizado, al correr algunas de mis aplicaciones favoritas.
  • Estoy pensando en volver al programa anterior NOVIA 7.1, pero no funciona ninguno de los desinstaladores probados.

¿Me podrían ayudar?
Firmado: Un usuario afligido.




RESPUESTA:


Estimado usuario afligido:

  • Este es un motivo de queja muy común entre los usuarios.
  • Se debe, en la mayoría de los casos, a un error básico de concepto. Mucha gente pasa de cualquier versión de NOVIA X.0 a ESPOSA 1.0 con la idea de que es solo un programa de Entretenimiento y Utilidades. Sin embargo, ESPOSA 1.0 es UN SISTEMA OPERATIVO COMPLETO, diseñado para controlar TODO el sistema.
  • Es muy poco probable que usted pueda desinstalar ESPOSA 1.0 y regresar a cualquier versión de NOVIA X.0. Hay archivos ocultos en su sistema que harían que NOVIA X.0 emulara a ESPOSA 1.0, así que no conseguiría nada. Es imposible desinstalar, eliminar o purgar los archivos del programa una vez instalados.
  • No puede volver a NOVIA X.0 porque ESPOSA 1.0 se autoinstala a su vez en la ROM, la Flash Bios, la FAT32 o NTCS (en caso windows NP o XP).
  • Lo mismo pasa con SUEGRA 1.0 que es una aplicación oculta que se instala en la RAM mientras ESPOSA 1.0 funciona.
  • Hay quienes han intentado el formateo a baja densidad, para luego instalar los programas NOVIA PLUS o ESPOSA 2.0, pero terminan con más problemas que antes, (Vea en el manual, apartado "Precauciones", "capítulos "Aplicaciones de pagos de Alimentos y Pensiones" y "Mantenimiento de Hijos", etc.).
  • Por otro lado, si cambia a NOVIA VX+1 no intente luego pasar a ESPOSA 2.0 porque los problemas que provoca este nuevo sistema operativo son idénticos o peores, que los de ESPOSA 1.0. Aunque existen versiones más recientes, ESPOSA 3.0 o 4.0, son programas reservados a usuarios muy avanzados, de altísimo costo y no son aconsejables para el usuario normal.
  • Si todos fallan, es preferible optar por sistemas basados en otras plataformas (existentes en el mercado), completamente diferentes como CELIBATO 1.0 o MARICON 5.3, pero yo le recomiendo que mantenga a ESPOSA 1.0 y maneje la situación lo mejor posible. Este es un programa muy sensible a los comandos y funciona en "modo protegido contra fallos". Esto significa que usted deberá asumir la responsabilidad por cualquier problema, que se produzca, independientemente de su causa, porque el programa siempre considerará que cualquier fallo en el sistema es debido a un mal uso por parte del usuario.
  • Uno de los mejores recursos, que puede emplearse, es la utilización del subprograma PEDIRPERDON.EXE en cuanto se produzca un problema o el sistema se cuelgue (para ello teclee letra de unidad y el path donde se encuentre instalado este programa).
  • Evite el uso excesivo de la tecla "ESC".
    • Considere la posibilidad de instalar algún software adicional para mejorar el rendimiento de ESPOSA 1.0. Son especialmente recomendables, Flores 5.0, Joyas 2.3, Cenaromántica V5.7, o en último caso Viajedevacaciones 3.2 También puede usar Simiamor 1.0 o Loquetudigas 8.0. Estos programas son "Shareware" y "Freeware" según los casos, se pueden obtener casi en cualquier sitio, y suelen funcionar muy bien como residentes.
ADVERTENCIA:
  • Jamás instale Secretariaconminifalda 3.3, Amiguita 1.1 o Amigotes 4.6. Estos programas no funcionan bajo ESPOSA 1.0, y muy probablemente, causen daños irreversibles e irreparables al sistema operativo.
Mucha suerte.
El Servicio Técnico.

Un saludo
Natacha.

domingo, 1 de junio de 2008

El tiempo o la edad (que no es lo mismo)


El tiempo... que cuanto menos queda, más rápido se esfuma.

Cuando era niña, un curso no se acababa nunca. Siempre las vacaciones en Mallorca (cada año de mi vida) pasaban como un suspiro.
El mes de agosto no era como los demás meses,¡qué va! ese mes tenía truco, seguro.

Sin embargo Octubre... madre mía qué mes mas largo....



Durante esos primeros años, a
todos nos invade un sentimiento de inmortalidad, es más, ni siquiera el planteamiento del tiempo está en nuestro esquema mental... todo es posible, todo es lejano, todo alcanzable, "solo es cuestión de tiempo" ¿Cuántas veces nos hemos dicho eso?

Solo tiempo... ¡¿Sólo?!!

El tiempo se va, como un tren ráp
ido de esos que no paran en algunas estaciones ....
Cumplir los cuarenta es definitivo. Una vez cumplidos, el reloj se acelera de forma alarmante, los minutos son segundos.... las horas minutos y los meses... días...

Irremediablemente te aho
ga la sensación de no tener tiempo. De repente sientes ganas de hacer esa carrera universitaria que dejaste aparcada. De aprender un montón de cosas inútiles, como hacer cremas faciales o cómo se monta un mueble o hacer pan en el horno de juguete de casa, cuando en la panadería de abajo lo hacen estupendamente...

Ese agobio termina por agotar, por desgastar... Y es que cumplir años es totalmente injusto, es contradictorio.... Cuando uno debería estar ya curado de toda sorpresa, resulta que empieza a mirarse por dentro y se da cuenta de que hay un sinfín de huecos que llenar, un montón de preguntas por responder... ¡Dios! a estas alturas de la vida me tengo que poner a cultivarme!!!! Pero ¿no iba a clase para eso? ¿No me he pasado la
mitad de mi vida estudiando...?

Y resulta que nunca se nos ocurrió estudiarnos por dentro. Mirarnos al espejo desprovistos de la piel... Y hay que ver lo f
eos que somos sin adornos, así en crudo, como sólo nosotros podemos mirarnos.
Esos defecto
s.... la ambición, la envidia, la maldad, el egoísmo... parecen resaltar en nuestro espejo de los 40 o más... No es posible volver a mirarse como antes. Solo por fuera, total si solo voy a comprar el pan... pues no, allí aparece esa arruga de egoísmo o ese peinado ególatra...

Me asusta no tener tiempo, me
entristece el tiempo que perdí.
Envejecer es obligatorio, pero madurar no.

Ahora miro para atrás y veo cómo desperdicié ese precioso cuerpo, fuerte, incansable y terso de hace 20 años. No lo disfruté en su totalidad, no agoté mi cerebro ni siquiera a medio gas... es ahora que estoy más cansada, mas fea, más blanda cuando quiero vivir esas cosas que ya no puedo...
Pasaron algunos trenes que no tomé... qué mala suerte. En mi estación ya no paran...



Supongo que algo de soberbia hay en mis reflexiones. Diréis que debería aceptarme como soy, con las limitaciones actu
ales, que mire hacia adelante, que el pasado está, eso, pasado.... Todo eso es muy bonito... pero siento que el tiempo se me agota... es como una intuición horrible de que me queda poco y quiero hacer tanto...

Tal vez a los cincuenta comprenda que todo el atropello de los cuarenta no era sino un espejismo de lo que nunca seré....

¿Os habéis sentido así alguna vez? o tal vez yo me esté volviendo tarumba...(por cierto, preciosa palabra que la había dicho mil veces y jamás la había escrito... ¿veis?, loca perdida).
Un saludo.

Natacha.