Estoy de vuelta, con un año más, que cumplí en Fuerteventura. Vuelvo a mi casa, la de ladrillo y cristal y a ésta... la tejida con hilillos invisibles fabricados de cariño, amistad, respeto y felicidad... Os he echado de menos, aunque mentiría si dijera que todo el rato...¡Pero casi!
Nuestra estancia en esa isla del archipiélago Canario, a más de dos mil kilómetros de mi casa en Madrid, ha sido tranquila, suave. El viento incesante se llevó mis preocupaciones, mis comeduras de tarro, mi hiperactividad...
Tal vez no lo creaís, pero ¡¡¡No he hecho nada, de nada!!!
El hotel contaba con un servicio de Spa, del que he hecho uso y abuso. Embadurnando mi cuerpo de aceites de sésamo, chocolate. Con masajes relajantes y aromáticos de ensueño. Una bañera me esperaba un día llena de leche con canela, jajaja Me sentí como Cleopatra. Cerré los ojos y me dejé llevar mientras alguien me acariciaba las piernas, la espalda y me hacía sentir escalofríos al tocar mi nuca y mi cabeza... Os lo recomiendo.
Me hice un tratamiento facial, que no sirvió de nada... ¡Salí con la misma cara! ¡Vaya! jajaja.
A modo de aperitivo quiero contaros que en esa pequeña isla encontré algo inquietante y desasosegante... Una escultura... diferente... Pero lo dejaremos para el próximo post. Sé que os gustará leerlo.
Espero no haber perdido a ninguno de vosotros en este lapso de tiempo. Que no me hayáis sacado de vuestro corazón.
Quiero agradeceros los bellos comentarios que me habéis dejado en mi ausencia. Con algunos de ellos mis ojos se llenaron de lágrimas.
Gracias por las felicitaciones por mi cumpleaños y por todo el cariño que explotó cuanto abrí el portátil... de colores, de mil colores salieron los besos, abrazos y las alas d

El próximo post... tocan premios.... ¿Cómo es posible que seaís tan adorables? Tengo unos cuantos premios que habéis dejado en mi ausencia, despacito, como los Reyes Magos hacen cada navidad, sin esperar ver la cara de felicidad que a uno se le pone al levantarse esa mañana de la cama. Sois una de las cosas mejores que me han pasado en la vida.
Un saludo amigos,
Natacha.