Cada 11 de marzo en Madrid huele a duelo, a pena y a dolor.
Ahora que ha pasado la avalancha mediática por su aniversario, quiero rendir un homenaje a las víctimas de aquel terrible suceso que tiñó de lágrimas nuestros rostros, y de sangre las calles de mi ciudad, nuestra ciudad, Madrid.
Como todos los españoles, y los que no lo son también sabéis, aquel día (11 de marzo de 2004) murieron 192 personas en un horrible atentado en la Estación de Atocha de Madrid...
(Os muestro fotografías mías, a partir de aquí, de los lugares y los momentos reales de aquel horror que voy intercalando con el texto) (podeis ampliarlas pulsando encima).
Es un lugar que frecuento, puesto que utilizo la línea de cercanías con bastante asiduidad.
Mi hijo mayor va a clase, cada día. Y cada día pasa por el mismo lugar y a la misma hora que aquel día... Igual que mi hijo, otros hijos estaban allí también en esa fecha, unos murieron, otros sufrieron secuelas que todavía arrastran con penoso dolor. Vidas destrozadas por unas siniestras mochilas colocadas por unos siniestros personajes, que huyeron de allí cual carroña maloliente...
Estos asesinos fueron después "arriconados" en Leganés... (ciudad pegada a Madrid por el sur).
Curiosamente yo me encontraba en Nueva York y (cosas de la vida) mientras miraba ensimismada las noticias que corren en un feed gigante (el famoso luminoso móvil) en Time Square, con la boca abierta, de repente, entre un montón de palabras en inglés que no entendía, leí : Leganés... el corazón me dió un vuelco.
Me desubiqué por un momento ¿Leganés en Nueva York? Enseguida mi cuñado nos tradujo que había estallado una bomba en un edificio de esta localidad con los autores del terrible atentado del mes de marzo...
Allí murió la escoria de forma extraña, nunca aclarada del todo... Nos contaron cosas raras. Una carta intacta... los vecinos con tiempo de salir de allí (gracias a dios)... En fin, para olvidar o para no dormir...
Muchos de vosotros, no sabréis cómo quedó Madrid después del atentado... Pasar por Atocha, por la Puerta del sol y por otros muchos rincones de la capital convertidos en improvisadas capillas al aire libre... cientos de velas y flores que todos pusimos allí... sobrecogía.
El dolor se respiraba literalmente en el aire.... Me gustaría trasmitiros los mensajes escritos en trozos de papel, de niños que perdieron a su papá, de hermanos que no soportaban el dolor y dejaban una nota como si el alma de su hermano, pareja, hijo o amigo pudiera estar aún por allí y pudiese leerlo.
Cientos de mensajes empapelaron, literalmente, las paredes del edificio circular que da acceso a la estación. Con rotuladores se escribieron todos los ladrillos de la pared, con mensajes estremecedores...
Solo pasear por allí, te producía un nudo en la garganta que indefectiblemente acababa en lágrimas derramadas, así, en plena calle, delante de extraños que parecían comprender perfectamente lo que sentías.
Madrid, una ciudad con prisas, donde no nos miramos a la cara, se convirtió aquellos días en una gran familia que lloraba cada vez que atravesabas la Puerta del Sol o cualquier rinconcito con cinco o seis velas y un par de flores en una estación del metro.
Se dispuso un ordenador en la estación donde todos escribimos miles de mensajes para consolar y para consolarnos en nuestro dolor, el dolor de todos. Fue tan horrible... que fue hermoso.
Tomé estas fotografías del mar de velas, flores y mensajes que todos, incluída yo, dejamos allí...
Hoy existen dos monumentos en Madrid que recuerdan como homenaje a las víctimas que murieron y a las que quedaron, que son muchas más. Miles de dolores...
El primer monumento está en la misma estación, a pocos metros de donde explotaron los trenes (también explotaron en dos estaciones más: El pozo y En la calle Téllez).
Se trata de una sala diáfana en color azul. A la entrada una gran losa pegada a la pared contiene los nombres y apellidos de todos los muertos.
Dentro de la sala, un gran agujero en el techo te invita a asomarte.
Al mirar, una estructura transparente deja entrar la luz de la calle, un piso más arriba, y cientos de mensajes copiados de aquellos papeles colocados por el suelo, por las paredes, debajo de la flores de forma espontánea por los habitantes de Madrid.
Sobrecoge leer algunos de ellos. En todos los idiomas, caligrafías infantiles, incluso dibujos de niños muy pequeñitos...
En la calle se yergüe una estructura circular que cubre esta cúpula transparente. Cada vez que uno pasa por allí con el coche (independientemente de que es un monumento bastante feo, para mi gusto) recuerda todas esas almas tiradas a la basura por... ¡Vaya usted a saber!
El segundo homenaje (mucho más bonito) que la ciudad rindió a los fallecidos, fue "El bosque de los ausentes", situado en el corazón del Parque del Buen Retiro, pulmón verde de Madrid.
Se accede por este camino, limpio y cuidado... al fondo, el monumento...
Se trata de un monte de forma circular, al que se puede subir por un camino que rodea todo su perímetro y va ascendiendo de forma suave hasta llegar a la cima. Durante el camino, a ambos lados están plantados 192 cipreses, uno por cada víctima. Crecerán por ellos, que ya no lo harán nunca más.
Un paraje hermoso con un futuro vivo para aquellos que se fueron, que nos los arrebataron de un golpe, que nos pilló desayunando y no podíamos creer lo que ocurría...
Muchos no lo conocíais y quería enseñaros cómo Madrid, tan grande, tan rápido, tan cosmopolita sufre, a veces, como uno solo.
Todos les lloramos, les añoramos...
Un amor para el dolor que dejaron atrás.
Espero que os hayan gustado las fotos. Las tomamos con todo el cariño para poder mostraros algo, que muchos de vosotros nunca habíais visto.
Un saludo
Natacha.
Ahora que ha pasado la avalancha mediática por su aniversario, quiero rendir un homenaje a las víctimas de aquel terrible suceso que tiñó de lágrimas nuestros rostros, y de sangre las calles de mi ciudad, nuestra ciudad, Madrid.
Como todos los españoles, y los que no lo son también sabéis, aquel día (11 de marzo de 2004) murieron 192 personas en un horrible atentado en la Estación de Atocha de Madrid...
(Os muestro fotografías mías, a partir de aquí, de los lugares y los momentos reales de aquel horror que voy intercalando con el texto) (podeis ampliarlas pulsando encima).
Es un lugar que frecuento, puesto que utilizo la línea de cercanías con bastante asiduidad.
Mi hijo mayor va a clase, cada día. Y cada día pasa por el mismo lugar y a la misma hora que aquel día... Igual que mi hijo, otros hijos estaban allí también en esa fecha, unos murieron, otros sufrieron secuelas que todavía arrastran con penoso dolor. Vidas destrozadas por unas siniestras mochilas colocadas por unos siniestros personajes, que huyeron de allí cual carroña maloliente...
Estos asesinos fueron después "arriconados" en Leganés... (ciudad pegada a Madrid por el sur).
Curiosamente yo me encontraba en Nueva York y (cosas de la vida) mientras miraba ensimismada las noticias que corren en un feed gigante (el famoso luminoso móvil) en Time Square, con la boca abierta, de repente, entre un montón de palabras en inglés que no entendía, leí : Leganés... el corazón me dió un vuelco.
Me desubiqué por un momento ¿Leganés en Nueva York? Enseguida mi cuñado nos tradujo que había estallado una bomba en un edificio de esta localidad con los autores del terrible atentado del mes de marzo...
Allí murió la escoria de forma extraña, nunca aclarada del todo... Nos contaron cosas raras. Una carta intacta... los vecinos con tiempo de salir de allí (gracias a dios)... En fin, para olvidar o para no dormir...
Muchos de vosotros, no sabréis cómo quedó Madrid después del atentado... Pasar por Atocha, por la Puerta del sol y por otros muchos rincones de la capital convertidos en improvisadas capillas al aire libre... cientos de velas y flores que todos pusimos allí... sobrecogía.
El dolor se respiraba literalmente en el aire.... Me gustaría trasmitiros los mensajes escritos en trozos de papel, de niños que perdieron a su papá, de hermanos que no soportaban el dolor y dejaban una nota como si el alma de su hermano, pareja, hijo o amigo pudiera estar aún por allí y pudiese leerlo.
Cientos de mensajes empapelaron, literalmente, las paredes del edificio circular que da acceso a la estación. Con rotuladores se escribieron todos los ladrillos de la pared, con mensajes estremecedores...
Solo pasear por allí, te producía un nudo en la garganta que indefectiblemente acababa en lágrimas derramadas, así, en plena calle, delante de extraños que parecían comprender perfectamente lo que sentías.
Madrid, una ciudad con prisas, donde no nos miramos a la cara, se convirtió aquellos días en una gran familia que lloraba cada vez que atravesabas la Puerta del Sol o cualquier rinconcito con cinco o seis velas y un par de flores en una estación del metro.
Se dispuso un ordenador en la estación donde todos escribimos miles de mensajes para consolar y para consolarnos en nuestro dolor, el dolor de todos. Fue tan horrible... que fue hermoso.
Tomé estas fotografías del mar de velas, flores y mensajes que todos, incluída yo, dejamos allí...
Hoy existen dos monumentos en Madrid que recuerdan como homenaje a las víctimas que murieron y a las que quedaron, que son muchas más. Miles de dolores...
El primer monumento está en la misma estación, a pocos metros de donde explotaron los trenes (también explotaron en dos estaciones más: El pozo y En la calle Téllez).
Se trata de una sala diáfana en color azul. A la entrada una gran losa pegada a la pared contiene los nombres y apellidos de todos los muertos.
Dentro de la sala, un gran agujero en el techo te invita a asomarte.
Al mirar, una estructura transparente deja entrar la luz de la calle, un piso más arriba, y cientos de mensajes copiados de aquellos papeles colocados por el suelo, por las paredes, debajo de la flores de forma espontánea por los habitantes de Madrid.
Sobrecoge leer algunos de ellos. En todos los idiomas, caligrafías infantiles, incluso dibujos de niños muy pequeñitos...
En la calle se yergüe una estructura circular que cubre esta cúpula transparente. Cada vez que uno pasa por allí con el coche (independientemente de que es un monumento bastante feo, para mi gusto) recuerda todas esas almas tiradas a la basura por... ¡Vaya usted a saber!
El segundo homenaje (mucho más bonito) que la ciudad rindió a los fallecidos, fue "El bosque de los ausentes", situado en el corazón del Parque del Buen Retiro, pulmón verde de Madrid.
Se accede por este camino, limpio y cuidado... al fondo, el monumento...
Se trata de un monte de forma circular, al que se puede subir por un camino que rodea todo su perímetro y va ascendiendo de forma suave hasta llegar a la cima. Durante el camino, a ambos lados están plantados 192 cipreses, uno por cada víctima. Crecerán por ellos, que ya no lo harán nunca más.
Un paraje hermoso con un futuro vivo para aquellos que se fueron, que nos los arrebataron de un golpe, que nos pilló desayunando y no podíamos creer lo que ocurría...
Muchos no lo conocíais y quería enseñaros cómo Madrid, tan grande, tan rápido, tan cosmopolita sufre, a veces, como uno solo.
Todos les lloramos, les añoramos...
Un amor para el dolor que dejaron atrás.
Espero que os hayan gustado las fotos. Las tomamos con todo el cariño para poder mostraros algo, que muchos de vosotros nunca habíais visto.
Un saludo
Natacha.
60 comentarios:
La verdad es que esos dias han sido, con mucho, los peores de la historia reciente de España.
No podiamos dar credito a las noticias...
Una locura.
Entre eso y lo de las Torres Gemelas nos dejaron sin palabras.
He leido un tanto apresadurado esta magnifica entrada, pero ahora mismo vuelvo a leerla de nuevo con la calma que requiere.
Un fuerte abrazo
Toda España esos dias, era un dolor, y como bien dices todavia duele recordarlo.
Unas fotos impresionantes.A mi tambien me gusta mas el monu mento del parque del Retiro.
Besos
¡ Verdaderamente terrible ! Se queda uno mudo, sin saber que decir...Y se saltan las lágrimas sin quererlo...
Has hecho un trabajo increíble, magnífico, muchas gracias, porque es la primera vez que veo todos los monumentos en un mismo reportaje, incluso ese que no te gusta,el transparente cilíndrico, y que a mi tampoco me gusta, no lo conocía. Como tu, pienso que el bosque es el mas bonito.
Muchas gracias, guapa.
Un beso y salud, Genín
Querida Natacha, cuánto dolor!
Uno se pregunta ¿porqué pasan estas cosas?...
Me emocionó "El bosque de los ausentes", que como bien vos decís, esos cipreses que representan a cada uno de los desaparecidos van a crecer porque ellos ya no podrán hacerlo.
Te quiero hija de mi alma!
Antiqva,si que fueron terribles. Yo desayunaba y escuchaba la radio, como cada día... el corazón se me encogió... no sabía si salir corriendo, si echarme a llorar. Temiendo las malas noticias que llegan después por teléfono...
A tantas familias tocó el dolor...
Un beso, amigo
Natacha.
Si gatita, un dolor que queda pinchado, para algunos en una foto sobre un pequeño velador, a la que llorar cada vez que pasas por su lado.
Un beso linda.
Natacha.
Genín, gracias, puse parte de mi vida en él. Os lo muestro con todo el sentimiento del que soy capaz, es verdad que el dolor ahoga un poco al verlo...
GRacias por valorarlo, amigo
Natacha.
Elsis, querida... como dije en el post: fue tan horrible... que fue hermoso, no sé si me explico...
Si tuviera que hablar no me saldrían las palabras... por eso escribo, porque así es más facil...
Un beso mami linda.
Natacha.
Pásate por casa que tienes algo para tí.
Besos.
Natacha sobre lo que aquelló significó para todos creo que ya está todo dicho.
Mil gracias por este recorrido, porque no había visto los monumentos a pesar de haber estado en Madrid en varias ocasiones tras los atentados. Pero las especiales circunstancias de mis viajes lo impidieron. Eran visitas médicas.
El de Atocha efectivamente es un poco extraño visto desde fuera.
En fin, que gracias y un beso.
No conocia los sitios mostrados en la fotos,los que ahora he visto gracias a tu artículo. Las imágenes y el texto dicen mucho,y aun asi,imagino que no tanto como seria verlo alli mismo.
Querida Natacha:
Gracias por tu entrada.
Este es un tema del que me cuesta mucho hablar; quizás al escribir me pueda desahogar.
Hacía tres meses que iba a trabajar a la Universidad de Alcalá. Todas las mañanas, durante dos años y medio he pasado por los lugares del atentado (es extraño, los lugares del atentado).
Aquella mañana pensaba ir a trabajar antes de la hora normal porque tenía mucho jaleo, pero mi hija nos "dió" la noche y me levanté un poco más tarde de lo habitual. Cogí u n taxi para ir a la estación de Aluche y en la radio del coche oí que habían atentado en Atocha. Pensé que era más de lo mismo (la puta eta).
La estación estaba cerrada, se había suspendido el servicio de Cercanías y eso me hizo tomar cierta conciencia de lo grave del asunto. Pero lo que me hizo dar un respingo fue la llamada de movil que recibí de una de mis cuñadas preguntando si estaba bien; ella sabía que todas las mañanas pasaba por la fatal línea de Cercanías.
"Sí, Ana estoy bien... pero ¿qué ha pasado...? ¿Ana?" Se cortó o cortamos, no lo recuerdo.
Como pude llegué a Alcalá,y os juro que la vista de la fachada plateresca del Rectorado no se me olvidará nunca. Allí, delante de la puerta de acceso, había un montón de compañeros escudriñando la Plaza de San Diego para ver quiénes íbamos apareciendo. Tan solo les faltaba aplaudir. Se veía en sus caras (a las que me uní después) la satisfacción de ver llegar a los compañeros.
Desde ese día el recorrido en tren de Madrid a Alcalá o viceversa fue una dura prueba para todos los que lo hacíamos. Se hacía al principio en absoluto silencio y se nos escapaban las lágrimas. Al paso de los días ya nos atrevíamos a hablar algo, pero al pasar por Sta. Eugenia, El Pozo, Calle Téllez y Atocha se hacía un silencio atroz. Aún hoy, cuando paso por allí, me viene el recuerdo de aquellos días y enmudezco.
En la Universidad tuvimos las bajas de familiares y amigos de compañeros. Me tocó el triste honor de hacer alguno de los carteles recordatorios para alguno de los fallecidos... lo pasé bastante mal. Digamos que soy uno de los afectados silenciosos.
Como recuerdo de aquél día guardo el mensaje que me mandó un amigo a las 9:30 de la mañana y que no me entró hasta las seis de la tarde por el colapso en las líneas de móvil y en el que me decía: "¿Estás bien? No sé nada de tí. Llámame."
Esto da una idea de la tensión de familiares y amigos hasta que supieron de los que pasábamos por aquella zona.
¿Será la última vez que ocurra algo así? O ¿nos tendremos que acostumbrar a vivir con el temor de que a unos gilipollas hijos de puta se les vuelvan a cruzar los cables?
Salu2 desde nustra casa
Esas son las cosas que uno no entiende que pasen.
Yo también pasé por ahí, cuando fui a España, tengo muchos amigos ahí y cuando sucedió la preocupación por saber de ellos era grande.
Cobardes gusanos siempre habrá
besos
Hachexx, ahora voy,
Un beso
Natacha.
Pizzar me alegro de poderos mostrar estos lugares tan impregnados del cariño de todos.
Un beso, amiga
Natacha.
Fue durísimo. Nunca lo olvidaremos... nadie. Forma parte de una de las páginas más tristes y salvajes de España. Buena reflexión. Un beso.
Jorge, estoy contenta, eso quería, trasmitiros a los que no lo conocíais, parte de lo que ocurrió aquel día de locura...
Un beso, desde acá.
Natacha.
Our, querido, qué horror... me sobrecoge la imágen de los compañeros esperando como el que espera a los soldados de una batalla...
Qué pena de vidas perdidas, se me ahogan las palabras... Es verdad, que todavía, a veces cuando paso por Atocha, se me encoge el corazón.
Siento que pasaras la experiencia de tan cerca. Hay tantas personas que lo vivieron de cerca...
Gracias por compartir algo tan doloroso y personal para tí como lo has hecho, dice de tí, lo que ya sabía, eres pura ternura.
Y... le diste la vida a tu hija y ella te la devolvió enseguida con su llanto y su mala noche.
Un beso, amigo mío.
Natacha.
Maru,gusanos es nada para lo que pienso de ellos...
Fueron horas de incertidumbre para todos los que esperaban noticias...
Un beso, amiga.
Natacha.
Jordicine. Cierto, la más triste y salvaje...
Nunca debe volver a ocurrir ni de lejos algo parecido. Gracias.
Un beso,
Natacha
Terrible, jamás lo olvidaremos. Pensé en escribir sobre ello el 11 de Marzo, pero finalmente no lo hice.
Impresionantes las fotos.
A mí tambien me gusta más el Bosque de los ausentes, lo veo un bonito homenaje.
Un abrazo.
La mañana del 11M me desperté en un tren camino de Barcelona. En la cafetería me enteré de lo que había pasado en Madrid, había un silencio poco habitual. Por suerte en el tren no teníamos imágenes, llevaba bastante retraso y no quiero ni pensar lo que hubiese pasado de haberlas tenido.
Our, un escalofrío me ha recorrido al leer tu historia. El haberla compartido da fé de tu enorme valentía.
Abrazos
Duros días.
Yo estaba poniendo tratamientos (quimios)y recuerdo un señor que dijo:
Vaya!, yo preocupado porque me mata el cancer y todas esas personas que seguro que no pensaban en la muerte, mira!
La muerte está detrás de cuarquier minuto, no lo olvides (dijo mirandome a los ojos), y cerro los suyos mientras recibia el tratamiento.
Gracias, yo soy uno de esos que nunca habían visto las imágenes que muestras de los monumentos conmemorativos. Realmente conmovedoras.
Y pensar que los auténticos culpables aún andan sueltos haciendo de las suyas... (y no sólo me refiero a los terroristas, también a muchos personajes públicos y bien conocidos).
Un sincero abrazo.
Miau, bueno nunca es tarde para recordar... no creo que moleste a nadie con las fotos.. al menos, eso espero. Mi intención es abrazarnos juntos por aquel horror.
Gracias, amiga.
Natacha.
Y sin embargo, Conocer todo esto, montado en un tren, es horrible. Menúdo trago debió ser.
Bueno, afortunadamente, ya pasó y esperemos que nunca más ocurra nada similar ni de lejos.
Un beso,
Natacha.
Ika, qué verdad es esa. Siempre que ocurre algo así, nos damos cuenta de lo frágiles que somos... en un momento... sin poder despedirte. Es muy triste...
Ese hombre te dio la lección vital ese día.
Un beso, linda.
Natacha.
Pedro, gracias. Me satisface que algunos no conocierais estos lugares y haber podido mostrarlos para vosotros.
Un beso muy grande para tí.
Natacha.
Te equivocas totalmente Pedro, parece que algún sentimiento te hace ver el suceso como algo que nunca fue.
Los únicos culpables fueron los asesinos y quienes los organizaron (que aún no se sabe y parece no haber mucho interés en saberlo).
Los terroristas no necesitan motivos pero si lo quieren buscar es fácil, ahora porque pintas algo, ahora por que no llevas chilava, ahora porque la mujer no lleva burka y la lapido. No deberías permitir que el humo del fuego no te permita ver que es lo que se quema.
Un saludo.
Hacehxx, gracias por tu opinión, me parece interesante...
Un beso
Natacha
Lo importante, ahora, no olvidar, nunca.
un saludo
Desahogandome, no olvidar para que nunca se repita... así es.
Un beso, gracias por venir.
Natacha.
Gracias, Natacha por permitirnos participar en este sentido homenaje.
Rememorar la historia nos dota de más instrumentos para no repetir errores.
un beso
Me sumo a este homenaje. Esta noticia llegó hasta los rincones más lejanos del planeta y es que un suceso así sólo debe unirnos y luchar contra la violencia y la ambición de unos cuantos que tienen el poder de desatar las horribles guerras.
Las fotos son conmovedoras, gracias por compartirlas.
Un brazo!
Todo aquello nos dolió sobremanera, nos duele y nos dolerá por más años que pasen.
Mil gracias por tu visita.
¿Te puedes creer, querida Natacha, que viviendo cerca y habiendo visto casi día a día la construcción del monumento, nunca lo había visto por dentro?. Me daba un poco de repelús al principio. Luego he tenido ocasión pero estaba acompañado de alguien con claustrofobia y no era cuestión de dejarle fuera esperando, así que siempre lo dejo "para otra ocasión".
Gracias a tus fotos, por fin lo conozco. Muy buenas, por cierto.
El Bosque de los Ausentes, al menos, si lo he pateado, de día y de noche.
Besos
Fabrisa, me alegra que te sumes al homenaje, gracias por venir, cielo
Un besito y espero que no repitamos nunca.
Natacha.
Nohema. A veces no somos conscientes de que estas cosas recorren el planeta. Pero me alegra habértelo mostrado con imagenes.
Un beso grande para tí.
Natacha.
Ricardo, es verdad. Ninguno de nosotros lo olvidará nunca. Por muchos años que pasen...
Un beso y gracias por venir.
Natacha.
Bowman. Yo también tardé tiempo en entrar. Es más yo utilizo el tren pasaba casi por la puerta de la parte de abajo. Yo no era por claustrofobia... era simple dolor,... no sé una sensación rara.
Cuánto me alegro de que ahora ya lo hayas visto...
Lo del retiro es muy bonito. Nunca he estado de noche... da miedo el retiro de noche...
Un beso, indi
Natacha.
SOBRECOGEDOR.
( poco más se puede añadir sin insultar o maldecir.Y como bien habías adelantado, no deja de ser un reportaje muy currado Natacha, dotado de gran valor para captar tan terribles imágenes con el pulso adecuado en el objetivo....).
Un saludo y enhorabuena!!
Tremendo, tremendo, tremendo.
No tengo palabras para esta barbaridad.
Me duele mucho ver esas imàgenes. Qué depresión colectiva sufrimos todos con esta tragedia.
Un abrazo Natacha
Chuspi, gracias por tus palabras. Me alegro de que te haya gustado. Lo hice con cariño.
Un beso.
Nuria... que el dolor no nos haga olvidarlo... más que nada para que nunca se repita.
Un beso.
Natacha.
terrible, y angustiante , el terrorismo , un mounstro grande y pisa fuerte , muy lindo homenaje y conmobedor besitos
Carla´sdream, gracias por venir a verlo y a compartir tu opinión con nosotros.
Un beso.
Natacha.
Querida y dulce amiga: sí,las fotos son bellísimas; creo que no existen palabras para expresar tanto dolor y desesperación provocado por un atentado de esta magnitud.
Un gran cariño...
Adolfo, esto es realmente lo irrecuperable, la vida... lo demás todo se puede recomponer.
Un beso amigo
Natacha.
Ciertamente duele, duele y no se olvida.
Un besazo,
P.
Traven, es común el dolor, y es que fue tan bestial...
Un beso, gracias por venir.
Natacha.
Creo que ese dia fue uno de los peores dias para todos los españoles. Y jamás se olvidará, al menos debemos tenerlo presente para que JAMÁS se repita.
un beso cielo
Voto por la paz, siempre.
Voto porque jamás vuelvan las sombras del terror.
Voto porque haya tolerancia en el mundo.
Voto por el amor, hoy y siempre.
Y que esos hilos invisibles que nos unen desde este espacio se extiendan por sobre la faz de la tierra, y ya no existan fronteras... sólo amor!
Te quiero mucho !
Jerusalem, es unánime el deseo. De todos nosotros.
Un beso, amiga
Natacha.
@Patrulich ojalá eso fuera posible... lo malo es que el ser humano, a veces, se vuelve horrible y confunde su corazón, envenena y daña a otros...
Seguiremos confiando en los hilos invisibles, que doy fe de que existen...
Un beso, hermana.
Natacha.
Esos dias fueron muy trsites..
los años pasaran pero el dolor siempre quedara plasmada en el corazón de aquellos que lo vivieron tanto en la piel.. como en sus ojos..
abrazos..
Pier, gracias por venir y por tus bonitas palabras.
Un beso
Natacha.
Hola Manuela... acá me tenés leyendo tranquila otro de tus temas.
Qué tremendo que fue este ataque!
Nunca entendí eso de ensañarse con inocentes, niños, gente trabajadora...
Me impactó mucho el monumento realizado en la estación con todos los nombres (no lo conocía). Son esas cosas sencillas pero impactantes!
Te deseo un feliz sábado amiga, besos!
Sandra, que amable eres leyendo todos estos post.
Este episodio de nuestro país fue terrible, paso por allí a menudo y se pone la piel de gallina solo de recordarlo.
Estos asesinos deben estar retorciéndose en el infierno.
Un besito y feliz sábado a vos también.
Natacha.
Unas fotos hechas con mucho amor, el amor que se merecen las personas que han perdido su vida en ese atentado y las familias de las víctimas por supuesto, que son las que tiene que continuar viviendo sin ese ser querido que se les ha arrebatado. Desde aquí quiero mostrar mi mas sincero apoyo y darles mucho ánimo a continuar viviendo. No es fácil pero hay que continuar...
Yo vivo cerca de las estaciones de "El pozo" y "Santa Eugenia", y escuché las explosiones. No imaginé que sería un atentado, no quise ni pensar en ello.
Un saludo.
@ngelito, querido. Debió ser horrible oirlo en directo...
Yo estaba desayunando. No pude terminar la tostada...Cuánto dolor... que pena.
Vamos a no olvidarlo para no volver a permitirlo.
Un beso, cielo. Gracias por el apoyo
Natacha.
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