"Nadie merece tus lágrimas... pero si alguien las merece, jamás te hará llorar..."
Anónimo.

domingo, 14 de octubre de 2007

Multiculturalidad.

Aún a riesgo de parecer racista, intolerante, radical o qué se yo qué más quiero compartir lo que a mi me parece la mezcolanza de culturas (que no de razas) en el momento de inmigración que España está "sufriendo".
Lejos de enriquecer cualquier cultura, creo que mezclar, de forma indiscriminada, masiva y premeditada, distintos pueblos, (que además pueden comunicarse facilmente, ya que poseen el mismo idioma) provoca un empobrecimiento de todos y cada uno de los pueblos que se presta a este juego.
Agravante es que además el gobierno prime a un inmigrante (en cuanto a los servicios sanitarios, educativos, sociales y culturales) frente a un habitante del país. Si de lo que se trata es de integrar plenamente a los extranjeros (que vienen a trabajar, la mayoría) ¿Hasta cuando tratarles como pobrecitos? ¿Hasta que momento debemos poner a su disposición situaciones excepcionales (saltarse las listas para entrar en un colegio, asistencia sanitaria, subvenciones para un nuevo negocio... y un largo etcétera) Creo que si queremos que los inmigrantes sean de verdad ciudadanos como todos los demás, deberían luchar por sus puestos de trabajo, sus centros escolares y demás guerras que todos libramos (desgraciadamente) cada día con nuestros hijos, en nuestras empresas y estirando los sueldos hasta fin de mes.
Es decir cuando se agrede a una persona negra (me niego a decir "de color". Cada vez que oigo esa expresión se me viene a la cabeza ¿de qué color?) inmediatamente asumimos que es un delito de racismo (racismo me parece ver que la única cualidad de ese ser humano es su color), a lo mejor le han dado una paliza porque el tarado que le ataca va puesto hasta arriba de alcohol. ¿Como defendería un abogado un ataque de este tipo si el agresor fuera ciego? ¿qué diría? es que como huele distinto... ¡Por dios!

Es cierto que es terrible discriminar a alguien por su color o condición, pero qué me dicen de esas niñas que estamos permitiendo que acudan a la escuela con un velo cubriéndoles el rostro, ¿no es eso denigrante? Pero es mejor tener contento al padre (que le dará una paliza a la niña si se lo quita) que a la niña, al fin y al cabo, la cría no vota.

Vamos a ser serios, siempre hubo y habrá minorías. Ayudemos a estas personas, pero no pretendamos suplir sus carencias con una caridad mal entendida. Conseguimos un ambiente enrarecido en los habitantes. Nos sentimos "agredidos" en cierto modo. Nuestros hijos (que no son más que nadie, pero por supuesto, tampoco menos) están en inferioridad de condiciones a la hora de acceder a ciertos servicios comunitarios, a expensas de, primero atender a los inmigrantes, y con el resto repartir las plazas, por ejemplo de una escuela de música.
Nuestra vaca, da la leche que da. Si todas las personas que acuden a la seguridad social es atendida (que es un gesto, la verdad) y no pagan sus impuestos, todos quedaremos antes o después desprotegidos.

En conclusión creo que la inmigración es necesaria, inevitable, asumible. Pero seamos realistas, si queremos que sean ciudadanos de primera (y creo que deberían serlo) dejemos de tratarlos como inmigrantes y tratemos les como uno más . Eso es igualdad, al menos así lo entiendo yo. Que paguen sus impuestos y se ganen sus privilegios como todo hijo de vecino.

No presupongamos que: cada vez que agreden a un extranjero, es racismo. Cada vez que pegan a una mujer, es violencia (Que no terrorismo como oí a alguien el otro día) de género. Cada vez que un perro muerde a un niño, es una raza a exterminar. Cada vez que alguien asalta un cementerio, se trata de un grupo satánico. Cada vez que algún chaval viste de negro, pertenece a grupúsculos indeseables sociales. cada vez que alguien viste un Lacoste, es un débil mental y un facha (¿qué es eso? les aseguro que los chavales de ahora ya no manejan ese término). Cada vez que alguien echa una partida de un juego de rol, terminará asesinando a alguien con una catana... Y tantos otros cada, cada, cada.
Vamos a ser un poco más prudentes en nuestras afirmaciones. ¿Qué me dirías si os cuento que la serie "Heidi" que se pasó por televisión en los años 70 fue uno de los primeros dibujos Manga? ¡Uh, que miedo daba Heidi! Creo que estaréis conmigo en que Heidi o Marco no es la idea que la mayoría tiene del Manga...
Un saludo a todos





2 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Empieza a ser difícil distinguir cuanto hay de racismo (que lo hay) y cuanto de victimismo (que también lo hay).

Un caso paradigmático es el de Samuel Eto'o. Parece que para este hombre el mundo se mueve en función de su negritud. Si en un estadio alguien le llama negro, nos encontramos ante unos aficionados racistas. Los mismos aficionados que llevan toda la vida poniendo a parir al árbitro, o diciéndole al portero del equipo contrario lo que van a hacer con su madre o con su hermana.

La cuestión de que Eto'o se considere el centro del mundo sería trivial (no va a ser el primer futbolista que se crea el rey de la montaña), si no fuera porque hay una legión de papanatas dispuestos a seguirle el "rollo" al muchacho. Afortunadamente no soy el único que piensa esto (desde la grada).

Lo malo es que desde otros ámbitos se producen reacciones similares. Parece que el inmigrante necesita de una especial protección y esto, a la larga, será perjudicial para todos.

Ahora el gobierno ha lanzado la campaña "Todos diferentes, todos necesarios". Una de las frases de la campaña es "Alicia necesita que Mirta cuide a su padre. Mirta necesita que Carmen recoja a su hijo del colegio, hay que llevarle al médico. A su vez el novio de Carmen, Amadou, necesita trabajo. Y, mira, por dónde Alicia necesita un cocinero. Con la integración de los inmigrantes todos ganamos. Todos diferentes, todos necesarios".

¿Que quiere decir el gobierno con esto? ¿Que el futuro de los inmigrantes es ser nuestros sirvientes? ¿Le han preguntado a los inmigrantes si eso es lo que quieren para ellos y para sus hijos?

Francia nos lleva muchos años de experiencia en asuntos de inmigración. Allí llegó un Jean-Marie Le Pen que cada vez tiene más éxito a base de señalar a los inmigrantes como el chivo expiatorio de todos los males.

Aquí también tendremos a nuestro Le Pen. Tiempo al tiempo.