Nuestra infancia... Dicen que nuestra vida se forja durante todo el tiempo que permanecemos vivos... Me permito dudarlo por un momento....
Creo que los expertos que sostienen que los diez primeros años de nuestra vida, marcarán el resto de nuestra existencia, se acercan más a la realidad.
Nuestra vida de adultos... marcada por fobias, manías, fijaciones, opiniones, a veces radicales... Todo eso conforma nuestro carácter.
Cuantas más manías, más inflexibilidad y más fobias arrastramos, más difícil es convivir con nosotros.
Se dice que una persona buena para la convivencia, es aquella capaz de adaptarse a los demás, que no le cuesta ceder... que es comprensivo y que permanece, contra viento y marea, de buen humor...
La paciencia, la comprensión, la bondad, la confianza... hacen de una persona, alguien a quien los demás admiran y alguien con quien apetece estar siempre....
En realidad, pocos somos así. Todos tenemos nuestras cosas...
Cuando existe un llamado "trauma" infantil que nos asalta en la madurez, debemos ser capaces de retroceder y analizar la situación. Cuando lo hacemos comprendemos perfectamente que es absurdo seguir manteniendo aquella actitud infantil... sin embargo, está tan arraigado en nuestro interior que es necesario un gran esfuerzo y , a veces, un tratamiento, para dejar de mostrar ese comportamiento.
Todos nos hemos preguntado alguna vez porqué ese buen amigo que tenemos (que sabemos de su bondad) no es capaz de pagar una sola vez la cuenta de unas copas o de una cena.
Porqué alguien se siente siempre inseguro de si lleva la ropa bien colocada o el cabello bien peinado. Nuestro compañero de trabajo que suda como un cerdo si tiene que hablar en público, aunque el público sean sus compañeros de hace 10 años.
La incapacidad de algunas parejas de decir "te quiero" o "lo siento"... El contacto físico con extraños, un simple roce en el metro o en el autobús nos resulta insoportable.
Tener que cargar con la almohada allá donde vayas, porque crees que sin ella no podrás dormir...
La inflexibilidad con los hijos... hasta el extremo de mantenerlos asfixiados por la disciplina. ¿Por qué hay personas incapaces de pedir perdón?
Esa manía de no rectificar por parecer débil... siempre me pareció gente valiente la que rectifica y reconoce que se equivocó.
Ninguno estamos libres de este tipo de "defectos" que nos hacen complicarle la vida a los demás...
Crecer, interiormente me refiero, requiere un examen profundo de nosotros mismos... preguntarnos si hacemos lo posible por hacer felices a los que tenemos cerca, y a los que no están tan cerca.
Intentar reconocer nuestros fallos y ser capaces de analizarlos y eliminarlos, en lo posible. Este ejercicio mejorará nuestras relaciones familiares, laborales y personales.
El perdón o el olvido en su defecto, son necesarios para seguir adelante... curiosamente el odio, a veces es necesario para comenzar un viaje de curación...
En otro blog, hablaba el otro día sobre los niños que son maltratados en su infancia... y mi reflexión sobre no odiar a quien me hacía daño, para no envenenarme yo también...
Bien, pues un comentario de una amiga blogger: Mujer con Piernas, me volcó esta opinión. Según ella (y creo que tiene razón) es necesario que un niño odie a su agresor, para tener la fuerza necesaria de separarse de él y poder comenzar de nuevo, sin ese lastre al cuello... Un niño necesita odiar para volar del lado de quien le daña... sino, no será capaz de prescindir de lo único que le ofrece seguridad en su infancia... sus padres. Una vez lejos... podrá perdonar, u olvidar, si perdonar no es posible.
El odio ayuda en ocasiones a seguir adelante... una curiosa e interesante manera de ver un sentimiento siempre asociado a algo negativo.
Nadie niega que el ser humano es muy complejo, que hay personas malas que son irrecuperables, que nunca se plantean siquiera cómo están las personas con las que tiene relación. Que carecen de empatía y compasión.
Este post no es para ellos, es para los que se preocupan por mejorar, por saber qué está mal de lo que hacen o dicen. O de lo que no hacen o no dicen...
De nosotros depende ser cada día un poco mejores... una caricia a tiempo, un "te quiero", un "no importa..." o "lo que tu quieras..." puede hacer la vida más sencilla.
Regalar una sonrisa a cambio de un mal gesto, rompe inmediatamente la ofensa.
Una palabra amable a un niño que comete un error, fortalece su carácter.
Una palmada en la espalda de quien metió la pata, le da confianza en sí mismo.
Un "tu sí puedes" consigue que alguien alcance la luna...
Sin embargo... decir a un niño: "no puedes hacerlo, no sabes", le acobarda para emprender cualquier empresa en el futuro.
"Eres torpe", "eres mentiroso", "eres malo" o "ya no te quiero", producen daños en un niño que difícilmente superará en el futuro. Harán de él un ser indefenso, inseguro y cobarde...
Vamos a tener mucho cuidado los que tenemos en nuestras manos la autoestima de nuestros niños... Una palabra de aliento, no es sólo una palabra de aliento... es un camino positivo para empezar a vivir, de manera segura y firme.
La disciplina no significa humillar a nadie... Tengamos pues, cuidado con las frases negativas que harán de un niño normal un mentiroso o un vago o un incapaz.
El refrán que dice "cría fama y échate a dormir..." describe a la perfección lo que hará un niño al que se le supone un defecto. No hará nada por cambiar. Esperar lo mejor de alguien hace que se esfuerce por conseguirlo.
A veces no me sale, pero intento pedir perdón siempre que me equivoco, regalar siempre una sonrisa y querer a mi gente.
Intento también que esto se trasmita a través de mis escritos, si os llega esa sensación alguna vez, estoy satisfecha.
A pesar de ser adulta, aun me queda mucho por crecer. Con esto de los blogs, he aprendido a no juzgar a nadie por su aspecto físico, el color de la piel, su olor, el tono de su voz, su sexo, su nacionalidad, sus costumbres o su profesión o nivel cultural...
No puedo veros a ninguno, no sé de vosotros más que sois maravillosos, que me regaláis parte de vuestro tiempo y que gracias a todos y cada unos de los que visito y me visitan, estos últimos meses he crecido, al menos 10 centímetro de buena persona.
Gracias por ser como sois y gracias por hacerme crecer un poco más.
Prometo seguir mejorando para los que son de piel y para vosotros, que sois de aire: del aire que respiro.
Un saludo
Natacha.
Creo que los expertos que sostienen que los diez primeros años de nuestra vida, marcarán el resto de nuestra existencia, se acercan más a la realidad.
Nuestra vida de adultos... marcada por fobias, manías, fijaciones, opiniones, a veces radicales... Todo eso conforma nuestro carácter.
Cuantas más manías, más inflexibilidad y más fobias arrastramos, más difícil es convivir con nosotros.
Se dice que una persona buena para la convivencia, es aquella capaz de adaptarse a los demás, que no le cuesta ceder... que es comprensivo y que permanece, contra viento y marea, de buen humor...
La paciencia, la comprensión, la bondad, la confianza... hacen de una persona, alguien a quien los demás admiran y alguien con quien apetece estar siempre....
En realidad, pocos somos así. Todos tenemos nuestras cosas...
Cuando existe un llamado "trauma" infantil que nos asalta en la madurez, debemos ser capaces de retroceder y analizar la situación. Cuando lo hacemos comprendemos perfectamente que es absurdo seguir manteniendo aquella actitud infantil... sin embargo, está tan arraigado en nuestro interior que es necesario un gran esfuerzo y , a veces, un tratamiento, para dejar de mostrar ese comportamiento.
Todos nos hemos preguntado alguna vez porqué ese buen amigo que tenemos (que sabemos de su bondad) no es capaz de pagar una sola vez la cuenta de unas copas o de una cena.
Porqué alguien se siente siempre inseguro de si lleva la ropa bien colocada o el cabello bien peinado. Nuestro compañero de trabajo que suda como un cerdo si tiene que hablar en público, aunque el público sean sus compañeros de hace 10 años.
La incapacidad de algunas parejas de decir "te quiero" o "lo siento"... El contacto físico con extraños, un simple roce en el metro o en el autobús nos resulta insoportable.
Tener que cargar con la almohada allá donde vayas, porque crees que sin ella no podrás dormir...
La inflexibilidad con los hijos... hasta el extremo de mantenerlos asfixiados por la disciplina. ¿Por qué hay personas incapaces de pedir perdón?
Esa manía de no rectificar por parecer débil... siempre me pareció gente valiente la que rectifica y reconoce que se equivocó.
Ninguno estamos libres de este tipo de "defectos" que nos hacen complicarle la vida a los demás...
Crecer, interiormente me refiero, requiere un examen profundo de nosotros mismos... preguntarnos si hacemos lo posible por hacer felices a los que tenemos cerca, y a los que no están tan cerca.
Intentar reconocer nuestros fallos y ser capaces de analizarlos y eliminarlos, en lo posible. Este ejercicio mejorará nuestras relaciones familiares, laborales y personales.
El perdón o el olvido en su defecto, son necesarios para seguir adelante... curiosamente el odio, a veces es necesario para comenzar un viaje de curación...
En otro blog, hablaba el otro día sobre los niños que son maltratados en su infancia... y mi reflexión sobre no odiar a quien me hacía daño, para no envenenarme yo también...
Bien, pues un comentario de una amiga blogger: Mujer con Piernas, me volcó esta opinión. Según ella (y creo que tiene razón) es necesario que un niño odie a su agresor, para tener la fuerza necesaria de separarse de él y poder comenzar de nuevo, sin ese lastre al cuello... Un niño necesita odiar para volar del lado de quien le daña... sino, no será capaz de prescindir de lo único que le ofrece seguridad en su infancia... sus padres. Una vez lejos... podrá perdonar, u olvidar, si perdonar no es posible.
El odio ayuda en ocasiones a seguir adelante... una curiosa e interesante manera de ver un sentimiento siempre asociado a algo negativo.
Nadie niega que el ser humano es muy complejo, que hay personas malas que son irrecuperables, que nunca se plantean siquiera cómo están las personas con las que tiene relación. Que carecen de empatía y compasión.
Este post no es para ellos, es para los que se preocupan por mejorar, por saber qué está mal de lo que hacen o dicen. O de lo que no hacen o no dicen...
De nosotros depende ser cada día un poco mejores... una caricia a tiempo, un "te quiero", un "no importa..." o "lo que tu quieras..." puede hacer la vida más sencilla.
Regalar una sonrisa a cambio de un mal gesto, rompe inmediatamente la ofensa.
Una palabra amable a un niño que comete un error, fortalece su carácter.
Una palmada en la espalda de quien metió la pata, le da confianza en sí mismo.
Un "tu sí puedes" consigue que alguien alcance la luna...
Sin embargo... decir a un niño: "no puedes hacerlo, no sabes", le acobarda para emprender cualquier empresa en el futuro.
"Eres torpe", "eres mentiroso", "eres malo" o "ya no te quiero", producen daños en un niño que difícilmente superará en el futuro. Harán de él un ser indefenso, inseguro y cobarde...
Vamos a tener mucho cuidado los que tenemos en nuestras manos la autoestima de nuestros niños... Una palabra de aliento, no es sólo una palabra de aliento... es un camino positivo para empezar a vivir, de manera segura y firme.
La disciplina no significa humillar a nadie... Tengamos pues, cuidado con las frases negativas que harán de un niño normal un mentiroso o un vago o un incapaz.
El refrán que dice "cría fama y échate a dormir..." describe a la perfección lo que hará un niño al que se le supone un defecto. No hará nada por cambiar. Esperar lo mejor de alguien hace que se esfuerce por conseguirlo.
A veces no me sale, pero intento pedir perdón siempre que me equivoco, regalar siempre una sonrisa y querer a mi gente.
Intento también que esto se trasmita a través de mis escritos, si os llega esa sensación alguna vez, estoy satisfecha.
A pesar de ser adulta, aun me queda mucho por crecer. Con esto de los blogs, he aprendido a no juzgar a nadie por su aspecto físico, el color de la piel, su olor, el tono de su voz, su sexo, su nacionalidad, sus costumbres o su profesión o nivel cultural...
No puedo veros a ninguno, no sé de vosotros más que sois maravillosos, que me regaláis parte de vuestro tiempo y que gracias a todos y cada unos de los que visito y me visitan, estos últimos meses he crecido, al menos 10 centímetro de buena persona.
Gracias por ser como sois y gracias por hacerme crecer un poco más.
Prometo seguir mejorando para los que son de piel y para vosotros, que sois de aire: del aire que respiro.
Un saludo
Natacha.
60 comentarios:
Yo pienso más o menos como tú. Mi padre, por ejemplo, tuvo problemas de corazón cuando yo tenía 14 años y me marcaron mucho. Empecé a sufrir por cosas 'físicas' y me volví un tanto hipocondríaco. Ahora que tengo casi 40 he ido "modelándome" y sufro muchísimo menos. Los años de adolescencia son básicos. Buena reflexión. Un beso.
Supongo que se le puede reconocer cierta influencia a los primeros años de vida. Tambien de adultos muchas cosas nos pueden afectar,como guerras,catastrofes y otras experiencias.Sin embargo, los humanos somos los únicos seres en este mundo capaces de desarrollar la fuerza necesaria para torcer nuestro "destino" en un sentido positivo,si nos lo proponemos. Se le puede llamar "resiliencia" o darle algun otor nombre.
Coincido en que no es pedir mucho aprender a vivir con uno mismo las 24 horas del dia,para poder entonces vivir tambien con otros.
Quedó linda la flor en la barra lateral,un beso desde el sur,amiga.
Jordicine. La adolescencia también es una época crítica, es verdad.
Las enfermedades de los padres afectan muchísimo a los niños. Se angustian porque no entienden que esa persona que siempre sabe qué hacer, qué tomar... se encuentre mal. No saben como ayudarle y lo pasan muy mal...
Un beso, amigo, gracias por venir, como siempre.
Natacha.
Querido Jorge, "torcer nuestro destino..." es como admitir que existe el destino... ¿lo crees...? No estoy segura...
A veces convivir con uno mismo cuesta más que convivir con el resto...
Un beso hasta el otro lado del mar, querido.
Natacha.
Pd.: La flor quedó linda, como quien me la envió. jeje.
Querida Natacha, Cuando era más jóven no tenía ni idea si podía convivir conmigo misma, tenía a tres pequeñas que ocupaban mucho de mi tiempo y vivía en una carrera constante, demasiadas ocupaciones, imaginate a los veinte años tenía tres hijas.
Por muchos años estuve rodeada de muchas personas, pero cuando me quedé sola me di cuenta de que si puedo convivir conmigo y llevarme
muy bien.
Tal vez los años hacen que elegir estar bien con uno mismo es una desición inteligente y nos sirve para estar bien con las personas que nos rodean y con nosotros mismos.
Yo en esta etapa de mi vida sólo recuerdo los buenos momentos vividos.
Te quiero, Natacha!!!!!
Besitos!!!!!
En realidad no hablo de destino como plan predeterminado sino como previsión de a dónde puede uno llegar si sigue determinado camino o modo de vida. Aun si uno parece tener todo en contra, el propio entusiasmo o la fuerza de voluntad podrian ser más fuertes que las circunstancias externas.
Ya que paso por aqui,te propongo un tema para tu blog "hagase la oscuridad". ¿Que nos puedes contar sobre los "hombres de negro"? Talvez no sea yo el único que lo lea con interés.
Querida Elsis, tu experiencia es valiosa, como la de las personas que vivieron intensamente, como tú. Me alegra saber que te gustas, que vives y convives bien... estaba segura de ello. Tienes un carácter alegre y divertido, y eso es, yo creo, fundamental.
De las poquitas cosas que he aprendido es que el sentido del humor es fundamental...
Un beso mami querida. Eres una sabia persona.
Natacha.
Querido Jorge, entiendo lo que dices... torcer hacia lo que estamos abocados por las circunstancias...
En cuanto a los hombres de negro... te tomo la palabra. Sabes que me encantan los retos. Me lo apunto. No se me olvidará.
Un beso, guapo.
Natacha.
Es una gran virtud por tu parte reconocer que te queda mucho por aprender, yo soy de los tuyos, me gusta irme a dormir cada noche habiendo aprendido algo nuevo. El odio no ha de ser por fuerza negativo, creo que todo tiene su equilibrio, el ying y el yang como se hablaba el otro día... Todo con control es bueno y necesario, el problema viene siempre que hay excesos. Lo de los niños es mas complejo, yo hay según que comportamiento que no logro entender de las personas y uno de ellos es el de lastimar a las criaturas que no han hecho ningún mal, que son ajenos al mundo... A mí me encantan los niños, el mio sobre todo y todos los demás, y no logro entender que se les pueda dañar. Besos guapa!!!
Parece mentira como se pueden recordar, aveces, más cosas de la infancia que de la adolescencia o madurez, será porque es cuando más te marca o te enfoca como persona en el futuro, creo que si que es cierto. Exteriormente soy alegre, extrovertida, con mucho sentido del humor, un poco "payasa" diría yo, pero me marcan mucho, que quizás piense demasiado, y creo que es verdad, cada año que pasa me parece más duro ser una persona que piensa tanto, antes me gustaba ahora creo que no. Y por dentro, creo que las personas que somos exteriormente así, en el interior somos las más tristes, es como si así ocultaramos los problemas, o como realmente nos sentimos y cuando lo quieres cambiar, nadie lo entiende, no están acostumbrados a verte así, es duro, tanto como no entender, como hay personas que son incapaces de pedir perdón, o de dar consuelo, eso no lo entenderé nunca, y por desgracia convivo con alguien así. Quizás sea demasiado profunda, como me dicen, que sea por como soy yo, no lo sé, pero eso no hace que se haga menos duro. ¡me encanta! la bondad, el prestar atención, el decir te quiero, gritarlo si hace falta, y dar un abrazo porque si, sin motivo aparente, ¡soy así que le voy hacer! lo duro es vivir con gente a tu lado que no sea así. ¿y con los niños? me encantan, pero reconozco que quizás con mi niña no lo haga bien, puede con mi paciencia, aunque sea lo que más quiero en mi vida. Muchos besos bella persona, a mi me transmites todo eso y mucho más, eres preciosa y eso que físicamente no te conozco, superbesos.
Estoy de acuerdo,en la niñez y sobre todo en la adolescencia las cosas que nos ocurren marcan muchisimo y luego las arrastras,pero creo que llega un momento que maduramos y podemos elegir si cambiamos o no,siempre claro, que lo que nos haya sucedido no sea nada grave e importante.
Me ha gustado tu post.
Besitos
Tantas cosas he intentado superar desde pequeña! No me resultó fácil, en absoluto, incluso tengo muchísmo trabajo por delante, sin embargo, creo que he logrado muchos avances en esta etapa pasados los 35 años, en que siento una plenitud que antes no conocía.
Te agradezco mucho tu sensatez y tu sinceridad de siempre, sos de oro, queridísima!!!
Natacha guapa, de creer las diversas teorías que nos enseñaron antes para ser cambiadas después, y volver atrás de nuevo, yo debería ser un criminal, un facineroso, drogadicto, o un psicópata, y te garantizo que soy bastante normalito, a pesar de mi edad sigo aprendiendo todos los días y maravillándose con los colores de la Primavera, en parte gracias a personas como tu, que me enseñan constantemente con sus magníficos post. Gracias.
Un beso y salud
Waaooo,qué post tan más interesante, me encantan este tipo de temas, será porque estudié psicología, no lo sé, pero la forma como tú lo haces es muy amena. De acuerdo contigo, no hay como la culpa reparatoria, pues remedias un error tuyo por amor hacia el otro y no por el castigo, como lo hace alguien movido por la culpa persecutoria. He estado un poco ausente, pero me alegra regresar a visitarte y encontrarme con esta excelente información.
Abrazos!!
Cuanta verdad y profunda sabiduría encierran tus palabras,querida y dulce amiga,y ya lo sabés pero te lo repito,gracias en especial a vos estoy "saliendo" de un momento muy oscuro de mi vida.
Gracias querida.
Muchos besitos
qué interesante todo lo que exponés Manuela!!!
No por nada, en mi MSN tengo esta frase:
"Seremos felices en la medida que sepamos olvidar..."
Tengo que pensar bien, qué fue lo que me marcó en mi infancia (no sé si no lo sé, o si mi mente consciente lo tapa)
Gracias por todo lo que nos aportás amiga, sos un sol!!
besos
Es complicado todo esto que nos planteas; yo por el momento, con mi hija (5 años), procuro mantener la actitud de que si me equivoco al recriminarle algo, le pido perdón y le hago saber que su papá, para ella ese ser mayor que todo lo sabe, también se equivoca, pero no lo esconde y pide disculpas por ello. Algunos me han dicho que es un síntoma de debilidad que muestro ante mis hijos (el pequeño tiene un mes) y que el tiempo me pasará factura. No sé, puede que sí y puede que no, pero si alguna vez, cualquiera de los dos se me acerca y me dice -"perdona papá"- lo daré por bueno.
Un beso
Hawkeye, los niños son maravillosos, pero muy frágiles. Parece que nada les afecta... que superan cualquier cosa... pero no es así.
Como decimos hay sucesos que se arrastran siempre.
Un besito, guapo.
Natacha.
Eva maría, eres tan tierna... querida, todos tenemos un lado "oscuro" y triste... yo suelo ser alegre también, pero tengo mis ratos bajos, mi interior, no siempre tiene luz y eso no es malo.
Creo que debes aprender a disfrutar también de los momentos tristes. Tengo una amiga que siempre dice que hay que disfrutar también de las lágrimas. Y es cierto, durante esos momentos de tristeza profunda... ¿no has notado que eres capaz de pensar y descubrir cosas en tu interior que desconocías?
En cuanto a tu niña... qué puedo decirte, yo tengo dos y siempre tienes la sensación de poder hacer algo más o algo mejor...
Solo el hecho de planteártelo ya dice mucho de tí... ¿no crees?
Un besito, linda amiga. Me gusta leerte.
Natacha.
Gatita, es una suerte poder cambiar esas pequeñas cosas que no nos gustan de nosotros mismos. Pero tienes razón, siempre que no haya ocurrido nada grave...
Un besito, gatita linda.
Natacha.
@Patrulich... también a mi me cuesta superar un montón de cosas... Es curioso que también desde los 35 hasta aquí he notado que mi persona ha cambiado, que soy capaz de mirarme al espejo de otra forma... Quizá por que los hijos son más mayores y tenemos tiempo para ocuparnos de nuestra persona, de nuestro interior.
Gracias a tí hermanita, por venir y por sincerarte, eres mi lado de colores.
Un beso, linda.
Natacha.
Genín, eres un cielo. ¿Yo enseñarte a tí? jajaja. Esto si que es bueno. Aprendo cada vez que os leo, enriquecéis mi vida de veras...
En cuanto a ser todo eso de lo que hablas, supongo que todos estamos expuestos ¿verdad?
Eres muy amable conmigo y te lo agradezco siempre. No dejes de venir a enseñarme el cariño y la serenidad que trasmites.
Un besito, guapo.
Natacha.
Nohema, gracias por contribuir con tu experiencia y conocimientos. Valoro mucho tu opinión, ya lo sabes...
Eres un amor,
Un besito guapa.
Natacha.
Adolfo, me hace feliz leer que estás saliendo de tu mal momento. Es todo un síntoma... ya te dije que todo se pasa, que, de los "malos momentos"... hay que quedarse con "momentos" y desechar "malos".
Eres un gran ser humano y no mereces pasarlo mal durante más tiempo...
Las sonrisas irán ganando terreno a las lágrimas... y te digo, que en cualquier caso, disfrutes de las lágrimas y escarbes en tu corazón, que te muestra en esos momentos, colores desconocidos y preciosos que te enseñarán partes de tí que desconocías, partes hermosas...
Un beso, amigo mío. Estoy ahí, siempre a tu lado ¿lo sabes, verdad?
Un beso tierno para vos.
Natacha.
Sandra, qué curioso ¿no? tu frase es todo un lema... y una bonita casualidad.... aunque creo que nos encontramos entre miles de blogs... ¿por pura casualidad?... no lo creo. Nos cruzamos y salta la chispa que te hace comentar... leer, unos blogs sí y otros no...
Tu, desde luego, haces que tu "chispa" me toque.
Piensa mi niña, que fue lo que te hizo como eres. Debió ser algo bueno, porque creo que eres extraordinaria persona.
Un beso, linda amiga.
Natacha.
Ricardo, la mejor lección que puedes darle a tus hijos, es con tu actitud. El ejemplo de los padres es vital... creo que es hermoso que pidas perdón a tu hija. Siempre lo he hecho con los míos.
Siempre les inculqué que pedir perdón y dar un beso son los regalos más baratos que existen y los más efectivos para demostrar el amor por otro.
Y te digo lo mismo, sólo el hecho de plantearse si lo estás haciendo bien con ellos, dice mucho de tí.
No hay papás perfectos, ni hijos perfectos... Solo el amor lo es.
Un beso, guapo
Natacha.
Yo me pregunto ¿con todo lo que objetivamente ya sabemos, como podemos ser con nosotros mismos tan cenizos?
un saludo
txantxangorri, pues la verdad es que no lo sé, pero es así. No hacemos más que perjudicarnos a nosotros mismos... somos así de raritos y maravillosos...
Un beso,
Natacha.
la infancia y la adolescencia nos marcan mucho y nos definen en muchos aspectos. un placer conocerte más y entrar en tu bello blog. Besos.
Fernando, gracias por acercarte y por dejar tu opinión.
Gracias por tus amables palabras. Espero que vuelvas por aquí. Serás siempre bienvenido.
Un beso
Natacha.
Es cierto, la infancia te marca para siempre..
Tenemos que vivir con esos recuerdos y con las enseñanzas tantos buenas como malas..
El saber perdonar es tener humildad.. y poseer la capacidad de olvidar y comenzar de cero..
pocos podemos llegar a ser nobles de corazón, peor no por ello dejamos de intentarlo.
un abrazo
Qué razón tienes Natacha, nosotros formamos a nuestros niños, ellos llevarán el karma que le carguemos nosotros como padres o adultos.
Estoy de acuerdo completamente contigo.
Es un placer siempre venir a visitarte, amiga.
Estoy de acuerdo con lo que exponeis, pero la infancia, la adolescencia, la madurez...todo va moldeando la personalidad de cada uno, las circunstancias que le toca vivir, la gente que le rodea.... con los años se adquieren muchiisimas cualidades( defectos y virtudes)... después hay que saber escoger.-
La educación de los niños es muy complicada,yo tengo un par de mellizos que me dejan agotada diariamente y seguramente cometeré muchos errores en su educación, pero tengo la certeza que estoy intentando hacerlo lo mejor posible!!
Besos salaa!
Pier, desde luego hay que seguir creciendo... hay viejos que no han alcanzado ni el primer nivel... creo que esos deberán volver a esta vida a seguir aprendiendo...
Un besito, linda.
Natacha.
Maru, el placer es mío de recibirte y escuchar tu opinión. Una vez más gracias por estar siempre por ahí.
Un besito, amiga.
Natacha.
Nana, estoy segura de que todos hacemos lo posible por criar adecuadamente a los chicos... ¡dos a la vez!!! qué locura. Siempre me gusta ver a niños gemelos o mellizos, pero reconozco que debe ser agotador. Un punto para tí, madre al completo.
Un besito, guapa.
Natacha.
En una ocasión escribí algo parecido a tu entrada, Natacha. La influencia de la niñez en nuestra vida llega a extremos tanto para hacerte un ser humano en toda la regla, pese a los defectos, como para traumatizarte y nediatizar el resto de nuestros años.
De todos es sabido cuántas neurosis, fobias, inseguridades y hasta graves problemas psicóticos han tenido origen en la infancia.
Leo a Elsis que solo se acuerda de lo bueno, también es normal y la verdad es que así debería ser, sin embargo un pasado duro lleno de problemas es muy difícil de borrar, deja una cicatriz siempre en el alma. Lo importante es vivir el presente y aprender un poquito más cada día y creo que se puede conseguir con voluntad. Yo podría contarte muchas cosas, infinidad de ellas, además sé a ciencia cierta que han influido negatívamente en mi, pese a mi profesión y pese a tener conocimiento de ello, mi sensibilidad y mi forma de ser, no han logrado endurecerme y hacerme olvidar, aunque a veces me veas triste, no lo soy, todo lo contrario y me encanta escuchar a la gente y ayudar si puedo
Leer palabras tan bien ordenadas como las tuyas es todo un placer.
Un abrazo.
Querida air... eres un cielo. Gracias por dejar tu opinión. Todos tenemos un pasado, mas o menos triste, más o menos traumático, más o menos satisfactorio o amable o castrante...
Pero te doy la razón, debemos subir cada día un nuevo peldaño... como los que tienes en tu blog.... llenos de tulipanes de colores...
Gracias mi niña, sospecho una nueva y linda amistad...
Un beso, bella.
Natacha.
"Regalar una sonrisa a cambio de un mal gesto, rompe inmediatamente la ofensa"...
Me quedo con esta magnífica idea de tus amplias reflexiones. Y regalaré sonrisas de tu parte. J.J.
José Javier, gracias por tu precioso comentario.
A veces, solo por cosas así, vale la pena seguir escribiendo. Te agradezco mucho tus bonitas palabras.
Espero que vengas a menudo. Serás siempre bien recibido.
Un beso
Natacha.
Pienso que los humanos somos los únicos animales que morimos sin llegar a adultos (mentalmente se sobreentiende).
Saludos.
Neurotrasmisores, bueno... eso puede ser una gran ventaja ¿no?, depende en que parte del camino termines tu vida...
Un beso.
Natacha.
Gosto do seu blog. Acho muito interessante!
Besos
Leerte supone un examen de conciencia muy gratificante. Esta entrada en concreto me ha hecho reflexionar mucho y para bien. Yo creo que los años más importantes de una persona son los 5 primeros, que son los que forman la personalidad y el carácter que tendrá para el resto de su vida, es decir, lo que marcará su destino. Todos los padres deberían de tener esto muy en cuenta a la hora de educar a sus hijos; nos ahorraríamos muchos problemas futuros. Sobretodo ellos.
Un fuerte abrazo.
Caroline, gracias por venir,
Un saludo
Natacha.
Pedro me alegra que hayas reflexionado pero creo que tu eres lo bastante bueno y ya debes tenerlo claro... en una ocasión me dijiste que ojalá diera clase cerca de tu casa... hoy te digo que ojalá muchos padres fueran como tú.
Un beso, amigo
Natacha.
Hola Natacha: vengo del blog de elsis y quiero felicitarte por tu blog. Yo estoy totalmente de acuerdo contigo en que lo que nos ocurrió de niños nos marca para siempre. Luego viene el trabajo personal... estar atento a que hay que remodelar todo aquello que no es nuestro y que no nos deja ser felices. A veces, esos cambios son difíciles porque nos hemos acomodado y no nos gusta la incertidumbre. Pero hay que conseguir zafarse de todos esos hilitos invisibles y desplegar las alas. Saludos: Sinkuenta
Amiga, pues yo leyendo tus cosas, siento que "me hincho como los pavos"
Da gusto.
Y estoy de acuerdo en que la infancia nos marca para siempre.
Un abrazo, Natacha
Sinkuenta, querida si vienes de Elsis estás en el lugar adecuado... Gracias por venir a verme.
Por opinar y espero que vuelvas siempre que te apetezca, eres bienvenida a enriquecer mi trastienda.
Un besito,
Natacha.
Quería que supieras que siempre vuelvo a leer el comentario que tan amablemente nos dejás a cada uno de los que participamos de tus temas! Gracias por tus palabras!!!
Sandra, te lo agradezco, mi niña.
Un beso fuerte hasta tu precioso nido.
Natacha.
No pongo en duda en que el ambiente en el que ha sido educado un niño es vital para su desarrollo y crecimiento...un niño es como una semilla y cuando nace tiene un potencial inmenso...todo depende del cuidado que le demos...si es un niño maltratado,que no se le ha dado cariño se le ha humillado, pues probablemente crecerá como un arbol débil...
Cuando ya somos adultos,si somos capaces de reconocer esas faltas y su procedencia pues podemos intentar enfrentarnos a ellas dejando atrás miedos...
Lo que comentas de que en el niño es preciso el odio para despegarse de alguien que le ha hecho daño, no estoy de acuerdo. Pienso que el odio no lleva a ningún lado... se debe buscar la liberación de ese daño sin recurrir al odio...pienso que no sólo cuando uno es niño se puede sentir maltratado o humillado...y no hablo del maltrato que se pueda dar en un hogar,sino de las humillaciones que una persona puede sufrir por ejemplo en un puesto de trabajo...o el acoso que uno puede sentir en la carretera, ...que si hemos usado el odio para el olvido, es lo que seguiremos utilizando cada vez que una situación no es buena...y al final nos podemos convertir en unos amargados... soy creyente de algo...llamémosle energia. Y creo que la enseñanza de esa energia es que transformemos lo malo en bueno.Lo fácil es amar a tu amigo lo díficil es no odiar a tu enemigo.
Besitos
Por cierto, Natacha, tú también eres maravillosa y nos llenas con tus escritos, con tu presencia, y con tus respuestas a nuestros comentarios, en las que demuestras que te importa cada una de nuestras opiniones, por muy diferentes que sean entre sí o por muy diferentes que sean a la tuya. Ten por segura que desde aquí también te queremos guapetona.Besines.
Libra, querida, eres un cielo. Yo estoy aquí gracias a vosotros... si no tuviera en cuenta vuestras opiniones, si no contestara a cada comentario... no sería yo. No importa el tiempo que me lleve, todos mereceis el mismo interés que ponéis en mí.
En cuanto al odio en los niños, siempre había pensado como tú, pero esta amiga que trabaja con niños especiales... me hizo pensar. El odio como apoyo para poder separarse... me pareció algo sobre lo que reflexionar. Utilizar el odio como trampolín, luego extirparlo para siempre...
En fin la mente que es muy complicada.
Un besito, cielo. Gracias por tus palabras amables.
Natacha.
Me han gustado muchísimo tus reflexiones, estoy bastante de acuerdo contigo.
Intuyo que eres una bellísima persona.
Un abrazo.
Amelie, me alegra contar con tu presencia. Espero verte más veces por aquí, Gracias por tu amabilidad
Un beso
Natacha.
Por casualidad aterricé en tu BLOG vía una amiga virtual común: PIZARR, y entnces he leñido sobre tus percepciones y sensibilidad que me atraen a volver. Temas que llegan al alma y a los desparecidos y a los niños, son de otra actualidad que literalmente te derrumbaería si supieras de todo lo que por aquí pasa.
un saludo desde Medellín de un poeta que deriva y deriva
Querido Francisco, agradezco tus amables palabras, y la intención de volver.
Sospecho que la realidad de tu país es terrible, ya me contarás.
Un saludo, amigo
Natacha.
Me ha gustado mucho tu blog. Con respecto a la entrada en particular, estoy de acuerdo contigo, pero ya no diría ni los 10 primeros años, sino los 5 ó 6 primeros son determinantes para nuestra vida. ¡Qué injusticia! ¿no? Uno viene a este mundo, hacen lo que quieren con él y luego a cargar con ese pesado lastre (en caso de mala suerte) durante toda la vida. Leía hace poco que ahora se piensa que no es tan difícil cambiar, que el cerebro es más plástico de lo que se creía...en algunos casos, será. En caso de que te haya tocado algo malo, la capacidad de cambiar también dependerá de la intensidad de la carga de profundidad que te hayan metido...creo que en ciertos casos el daño es lamentable e injustamente irrecuperable, y digo yo entonces ¿dónde está la libertad humana?
José la libertad que se respetaría es la de los adultos, los malvados... como siempre inclinando la balanza hacia donde más pesa...
Gracias por venir,
Un beso
Natacha.
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