Mira por donde, Rajoy contesta mi anterior post.

Vaya, qué casualidad. Si antes hablamos de la soga, antes aparece el ahorcado. Manriano nos propone hoy un plan para regular la entrada de los inmigrantes a España.

Los términos exactos no los conocemos, pero en resumen se trata de que tengan un contrato mínimo de un año de trabajo en nuestro país, por adelantado. Y por otra, la aceptación de nuestras costumbres, usos sociales, y forma de vivir. Que sus peculiaridades tiene, como toda cultura que se precie, y creo que en España podemos presumir de rancia cultura. Al menos los últimos siglos... son nuestros.

Recuerdo un viaje que hicimos a El Cairo, cuando tuve que entrar a una de sus famosas mezquitas, (y todavía dí gracias por dejarme entrar, siendo mujer) (será que interesa por el turismo) tuve que cubrirme los brazos y quitarme los zapatos. Cosa que no me agrada en absoluto, porque con mi metro y medio y poco más, pues en fin... Ya sin zapatos es casi como ir reptando... Bueno, a lo que voy, que tuve que quitarme mi calzado, cubrirme mis brazos y seguir todo el ritual que ellos quisieron si quería visitar su lugar sagrado. Pues me parece muy bien. Para eso es su país y para eso su mezquita.
Tampoco se me ocurrió en Nueva York gritar ¡bomba! en medio de la quinta avenida. Seguramente, al decir ...ba! ya estaría en comisaría. (Habría sido una broma sin gracia ninguna).

Pero... llega la oposición (que se llama así, porque se opone a todo, todo, todo), que en este caso es el gobierno, para más inri. Y después de pensar "¿Vaya, porqué no se nos habrá ocurrido a nosotros?", se monta el numerito de siempre. El talante, el buen rollito, los extranjeros pobrecitos...
Ni pobrecitos ni leches. Que sean bienvenidos a currar y a contribuir a la buena marcha de España. Pero (y no quiero repetirme) no a chupar del bote.

Esta mañana en la radio, un escuchador llamaba para contar que ayer mismo fue al servicio de urgencias de Madrid y le atendieron solícitamente , como siempre, y tras las horas de espera, le recetaron lo oportuno para su dolencia. Justo antes que él había un inmigrante sin papeles (al que atendemos , porque no deseamos que nadie se nos muera por la calle, como en otros países) y, en vez de atenderle igual que a cualquier españolito, ¿saben qué hace la sanidad española? (que está que lo tira) Le dá unas recetas "distintas" para su dolencia que son gratis, sí, sí ... habéis oído bien g r a t i s. Bueno gratis, lo que se dice gratis no son. Las pagamos entre todos los demás.

En fin, dale manolo al torno. Que no sé cual es la solución, pero el buen talante, el buen rollito, y toda esa gaita, me parece que no pagará tanta factura impagada.



Aquí podeís leer la propuesta de Mariano (pincha aquí).
Y la respuesta sin acritud del gobierno (pincha aquí).




La última palabra, como siempre, la tenemos los votantes dentro de unos días (je,je,je).
Un saludo.

Natacha.